Las playas de San Clemente del Tuyú fueron escenario del regreso al mar de diez pingüinos magallánicos (Spheniscus magellanicus), luego de haber sido rehabilitados en la Fundación Mundo Marino. Al momento de su ingreso a la institución, todos presentaron cuadros de desnutrición, deshidratación, anemia, hipotermia y alto grado de parasitosis.
Las aves marinas de las localidades de Pinamar y Villa Gesell fueron rescatadas, en primera instancia, por la Fundación Ecológica Pinamar y la Fundación Verdemar que trabajan de manera cooperativa con la Fundación Mundo Marino en el rescate de fauna silvestre.
Esta especie, que según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) se encuentra “casi amenazada”, migra entre fines de marzo y principios de abril desde la Patagonia hasta latitudes más cálidas, pudiendo llegar hasta Río de Janeiro, en Brasil.
Previamente, su ciclo de reproducción se lleva a cabo entre septiembre y marzo. Luego, mudan completamente su plumaje antes de iniciar el viaje migratorio. “Estos animales poseen comportamiento gregario, por eso debemos esperar a que haya un número mínimo de recuperados para poder reinsertarlos en grupo”, explicó Sergio Rodríguez Heredia, biólogo y jefe del Centro de Rescate de la FMM.
El experto agregó que estos pingüinos pasan gran parte del tiempo en el agua, por lo que si aparecen solos en la playa “es un mal síntoma”. “Lamentablemente, en su periplo migratorio al no encontrar el alimento suficiente, salen famélicos a nuestras costas con cuadros de hipotermia y desnutrición”, remarcó.
Desde la FMM destacaron que estos animales absorben el agua a través del alimento que ingieren, por lo que frente a la escasez del mismo, “sobreviene un cuadro de deshidratación y de debilitamiento de su sistema inmunológico”.
“Esto los vuelve más vulnerables a cualquier tipo de patología y los hace salir famélicos a las costas con cuadros de hipotermia o hipertermia, dado que no pueden regular correctamente su temperatura”, acotaron.
Al ingresar al centro de rescate, la primera medida para asistir a estos animales debe ser la hidratación, para luego continuar con una fórmula de agua y pescado licuado, y, si lo toleran, seguir con pescado en trozos y, finalmente, pescado entero.
“Nosotros consideramos a todos los animales que registramos como centinelas del estado de la naturaleza. Ellos nos indican qué es lo que ocurre mar adentro y no estamos viendo”, concluyó Ignacio Peña, médico veterinario de la Fundación Mundo Marino.