Hicieron viseras de gorras con 35 toneladas de redes de pesca recuperadas

A través del programa ‘Net Positiva’, 35 toneladas de redes de pesca en desuso recuperadas de Argentina y Chile, se transformaron en viseras de gorras producidas por la empresa de indumentaria Patagonia.

Se trata de una iniciativa regional de la firma Bureo, que busca encontrar soluciones al plástico que contamina los océanos e inspirar a las generaciones futuras e iniciar un cambio social. 

Esta propuesta se inició en Chile en 2013, luego se expandió a Perú y desde 2019 comenzó a dar sus primeros pasos en Argentina a través de una alianza con José Moscuzza Redes, empresa productora de redes de pesca, y el Instituto de Conservación de Ballenas (ICB).

Precisamente, desde el ICB dieron cuenta de que a menos de un año de la puesta en marcha del programa Net Positiva en Argentina, “gran parte de las redes recuperadas se han ya transformado en la materia prima para la fabricación de las viseras plásticas 100 % recicladas”.

 

 

En esta línea, remarcaron que “convertir redes de pesca en viseras de gorras ha ayudado a prevenir el descarte de 35 toneladas de materiales plásticos y así contribuir a océanos más sanos”.

Redes recuperadas

Del total de redes recuperadas un 43% provino de Puerto Madryn, 39% de Puerto Deseado y un 17% de Mar del Plata.

En cuanto al proceso, desde el ICB detallaron que tras ser acondicionadas por José Moscuzza Redes en Mar del Plata, las redes se enviaron a la planta de Bureo en Chile donde se procesaron y se transformaron en pellets “Net plus” que son la materia prima de las viseras. 

Asimismo, recordaron que desde 2016, Patagonia trabaja con Bureo para poder desarrollar estos productos y dejar de usar plástico virgen en las viseras de gorras.

 

 

Desenredar el mar

Desde el Instituto de Conservación de Ballenas subrayaron que cada año, más de 8 millones de toneladas de residuos plásticos terminan en el mar. 

Los reportes indican que el 10% de los plásticos en los océanos “son de origen pesquero y aproximadamente 640.000 toneladas corresponden a redes de pesca abandonadas, pérdidas o descartadas”.

 

 

Éstas generan “un gran impacto ambiental como residuo plástico y provocan la muerte de diversas especies marinas que quedan atrapadas”, agregaron al tiempo que especificaron que, anualmente, más de 135.000 ballenas, delfines y otros mamíferos marinos “mueren atrapados por causa de estas redes perdidas en el mar”.

En cuanto a las redes de pesca, desde el ICB explicaron que tienen una vida útil de 2 a 3 años, tras lo cual “se desechan en basurales o se abandonan en galpones cercanos a los puertos”. 

“Al estar compuestas en su mayoría por plástico tardan alrededor de 600 años en degradarse y en este proceso se van transformando en micro plásticos, que son una fuente importante de contaminación en todos los océanos”, concluyeron.

 

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