Para Víctor Borgia, “siempre hay que tener una mirada optimista”. El máximo referente de la Asociación de Hoteles Turísticos de Mar de las Pampas, no evade la realidad epidemiológica en torno a la pandemia del nuevo coronavirus, pero insiste por propia inercia de la vida y el trabajo: “Debemos ser optimistas”.
La llegada inminente de la primavera en tiempos en que la curva de contagios de Covid-19 en Argentina no muestra signos estadísticos de descender, genera aún más interrogantes en los prestados turísticos respecto al próximo verano. Y la mirada hacia el exterior no devuelve tampoco buenas noticias, ni en Europa ni en Estados Unidos, con rebrotes que trastocaron una temporada de por sí ya muy afectada.
Turismo en jaque
“Ciudades grandes como la de Mar del Plata, que se verían afectadas igual sin un buen verano, pueden tener otro ingreso, pero en distritos como Villa Gesell no hay otra fuente de acceso al dinero que no sea el turismo y sus servicios asociados. Si bien la actividad comercial acá está abierta, la realidad es que nos estamos comiendo entre nosotros”. El análisis de Borgia en su diálogo con Telégrafo es directo y se convierte en una réplica del que se refleja desde hace varios meses.
“Villa Gesell necesita del turista y de su inyección. Si no llegásemos a tener un verano mediatamente aceptable, es difícil pensar en lo que será el año 2021. El sector de la hotelería solo está juntando deuda”, describió el expresidente de la Unión del Comercio y la Industria de Villa Gesell.
Consultado por los fondos que anunciaron los gobiernos nacional y provincial para asistir al rubro turístico, Borgia no anduvo con vueltas y aseguró que esa ayuda no ha llegado: “Son fondos que son repartidos absolutamente de forma indiscrecional, no son fondos que van a los prestadores, van al destino y están dirigidos al desarrollo de infraestructura turística, cultura y deportiva”, graficó el empresario.
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Tributar sin ingresos
En ese sentido, Borgia sostiene que lo que debería aplicarse fundamentalmente es una asistencia en materia tributaria. “No solo no hay quitas directas de impuestos, nadie bajó un peso en las tarifas de esos impuestos. Lo único que se propuso son moratorias. Y lo que hay que entender es que desde hace seis meses no es que los hoteles pasaron a facturar menos, lo cierto es que pasaron a no factura nada: hay cero ingreso con los mismos gastos”, sentenció.
Al respecto, el empresario geselino contó que desde hace un mes desde el sector hotelero se presentó “un petitorio en el cual se dejó un punteo de una serie de beneficios impositivos, entre los que se elevó la posibilidad de ofrecer a la hotelería una bonificación de la tasa comercial del 50%, que se paga una vez al año, y una reducción del ABL, y solo para los hoteles que suelen estar abiertos todo el año”. La demanda no ha tenido respuesta.
“Desde la UCI, y también desde la Asociación de Hoteles Turísticos de Mar de las Pampas, siempre hay una mirada optimista, pero también somos realistas: la única manera de que tengamos una temporada de verano es que la curva de contagios baje”, sumó Borgia. “Con el crecimiento constante de casos todos los días, no es difícil hacer un prorrateo, en algún momento el sistema sanitario va a colapsar. Somos conscientes”, aseveró de inmediato.
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Verano 2021
En relación a los próximos meses de octubre y noviembre y a las claves de la preparación para el período estival posterior, Borgia analizó: “Hay una necesidad de mucha gente de escapar de Buenos Aires, esa demanda va a llegar, sea por propietario no residente o por personas que descubrieron que pueden llegar a algún destino. Además, estará la demanda de la gente que no se irá afuera, pero también a eso hay que sumarle a aquellos que no pudieron crecer y han quedado afectados por la crisis del coronavirus”.
La situación, que reviste múltiples aristas, conlleva muchas dudas sobre el porvenir, pero en un punto hay coincidencias: “Podemos llegar a tener una buena temporada si baja la curva de contagios. Y será una temporada rara, diferente”, reconoce Borgia.
“Presicamos una fecha de definición. Ya hay muchísimos prestadores que están dediciendo no abrir. Y hay cuestiones importantes por resolver en la parte de la salud. Habrá que tener un Operativo Sol sanitario” aseguró el empresario en sintonía con lo expuesto ya por varios intendentes de la costa atlántica bonaerense.
¿Está todo listo para comenzar a trabajar si la curve de contagios desciende?, le consultó este medio a Borgia para finalizar. “Faltan acomodar algunas cosas, por ejemplo el DNU vinculado al trabajo de los prestadores turísticos dice que a todo empleado que esté infectado, hay que separarlo junto al resto del total de sus compañeros. Así los números no dan, eso es inviable, no podés parar 14 días a todos tus recursos humanos en una temporada de 60 días. Tiene que ser reformado, esto en Europa arrancó así y al toque se dieron cuenta que lo tenían que modificar”, avisó el máximo referente de la hotelería en Mar de las Pampas.
Por último Borgia dejó entrever otro inconveniente que puede surgir en pleno desarrollo del verano: “La situación de evolución de las estadías Y el dinero que se paga en función de posibles contagios. A un complejo chico, si tiene a alguna persona con ese problema, devolver una masa importante de dinero le será imposible. Si ya se quedó sin capital, y encima tuvo que invertir para tener todo en condiciones sin ingresos, la temporada puede terminar significándole una pérdida”.