El ministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo, se refirió a la inversión que el Estado nacional realiza para asisitir a los más afectados por la pandemia y, en ese sentido, confirmó un aumento para los beneficiarios de la tarjeta “Alimentar”.
En declaraciones al programa Bien de radio por radio Provincia, el funcionario recordó que la tarjeta llega a 1.500.000 personas y valoró que haya sido “puesta en marcha una semana después de asumir el presidente Fernández”.
Según entiende Arroyo, el problema más serio del momento es “el precio de los alimentos”, tema sobre el que reconoció su preocupación al ver que las familias gastan la mayor parte de sus ingresos en productos como “fideos, harina y arroz” en detrimento de “carnes, verduras y frutas”.
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Lo dispuesto desde el Ejecutivo nacional es que madres o padres con un niño o niña menor de 6 años pasen de recibir $4.000 mensuales a $8.000; y las madres o padres con más de un niño o niña menor de seis años, de $6.000 a 12.000.
En ese marco, el ministro contó que desde el INTA se desarrolló una máquina de ensachetar leche para avanzar en el proceso de bajar los precios del producto y que ya hubo reuniones con cooperativas del sector: “La pusimos en marcha en seis provincias, el esquema es que los productores llevan la leche, se pasteuriza, ensacheta y se vende a menos de 40 pesos”.
Arroyo anunció además que se lanzará esta semana el plan Potenciar Joven, a fin de ayudar a “los jóvenes de entre 17 y 29 años que la tienen difícil” para encontrar empleo.
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Luego el titular de la carteta de Desarrollo Social remarcó que en 2019 la inversión del ministerio fue de 28.000 millones de pesos, mientras que “en los primeros 10 meses del 2020 se destinaron 94.000 millones”, lo que “marca la prioridad del presidente Alberto Fernández de empezar por los últimos”.
Además, Arroyo adelantó que se encarará un trabajo para “urbanizar a 400 barrios” ya que según datos del Registro Nacional de Barrios “hay 4.000.000 de personas que viven hacinadas”.
El ministro reiteró sobre el final que pese a la complejidad de la situación, “no hay condiciones para un conflicto social en Argentina, aunque hay problemas y aumentó la pobreza”, reconoció de inmediato.
Por último, también negó un plan de ajuste a pedido del FMI, que esta semana realiza una visita oficial en la Argentina: “Desde la primera misión hasta ahora tuve tres reuniones con el FMI, está claro que en Argentina no hay espacio para un ajuste, es lo que plantea el ministro Guzmán”, zanjó Arroyo.
