El Ministerio de Sanidad del país europeo anunció que impondrá la obligatoriedad de una prueba PCR negativa 72 horas antes de la llegada a todos los viajeros procedentes de diferentes países considerados de riesgo por coronavirus.
La medida, que entrará en rigor el 23 de noviembre, seguirá el mapa de riesgo que elabora el Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés). Según el último informe de este organismo, todos los países de ese continente están máximo riesgo excepto tres: Noruega, Finlanida y Grecia.
Fuera de la zona común europea, los países que a la fecha superan las tasas permitidas son EE UU, Colombia, Panamá, Belice, Costa Rica, Argentina, Marruecos, Túnez, Libia, Siria, Irán, Rusia, Azerbaiyán y Georgia.
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— Telégrafo (@telegraficos) November 10, 2020
A poco más de 10 días de la aplicación de la resolución, se estima que los viajeros de otros países con menores incidencias pero muy baja capacidad de detección también sean incluidos en la presentación obligatoria de la prueba.
Según describe el diario El País en un artículo al respecto, en el formulario de control sanitario que todo pasajero debe cumplimentar antes de su entrada en el país por puerto o aeropuerto, tendrá que responder a la pregunta de si dispone de una PCR negativa realizada en las 72 horas previas a la llegada a España.
Las autoridades podrán solicitar al pasajero la acreditación del resultado de la prueba. El documento deberá ser el original, redactado en español o inglés y podrá ser presentado en formato papel o electrónico.
Desde el inicio de la pandemia la utilidad de este tipo de medidas ha sido ampliamente discutida. Muchos especialistas sostienen que es una forma de limitar la llegada de asintomáticos, pero no supone una garantía que evite la entrada del patógeno en el país. Lo útil sería además de la PCR negativa, imponer un aislamiento de 10 días, algo que hacen los países asiáticos que mejor han controlado la epidemia.