La compañía estadounidense Moderna anunció que solicitará una autorización de comercialización condicional de su vacuna contra el nuevo coronavirus ante la Agencia Europea de Medicamentos y una habilitación para su uso de emergencia a la agencia reguladora de los medicamentos de Estados Unidos, la FDA.
Los ensayos de la farmaceútica comenzaron en julio pasado, realizados junto a los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de EE UU, con 30.000 voluntarios. Según asegura la firma, con un promedio de dos meses de seguimiento, no se han detectado efectos adversos graves en los vacunados.
La empresa confirmó este lunes que la eficacia de su vacuna experimental supera el 94% y que incluso llega al 100% a la hora de proteger frente a los casos graves de covid, según el primer análisis completo de su ensayo clínico.
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De los 30.000 voluntarios la mitad recibieron dos dosis de la vacuna experimental, con un intervalo de un mes, y a la otra mitad de los participantes se les administraron dos inyecciones de agua con sales como placebo.
Los científicos han detectado 196 casos de covid, de los cuales 185 fueron en personas que no recibieron la vacuna real. Todos los casos graves de la enfermedad —un total de 30, incluido un fallecimiento— se han observado en voluntarios del grupo del placebo.
La empresa asegura en un comunicado de prensa que la eficacia observada se mantiene en todos los grupos de “edad, razas y etnias”, además de en hombres y mujeres. De los 196 voluntarios infectados por el coronavirus a lo largo del ensayo, 33 eran personas mayores de 65 años, pero ninguna de ellas estuvo grave.
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El anuncio lo dio el director ejecutivo de Moderna, el francés Stéphane Bancel, señalado en los últimos meses por ganar millones de euros vendiendo acciones de su empresa tras anuncios como el de este 30 de noviembre.
Los datos divulgados muestran que la vacuna experimental de Moderna protege frente a la enfermedad, pero no dicen nada sobre si la inyección también evita las infecciones sin síntomas.
