Anuncian concurso de ideas para reformar la rotonda de Santa Clara del Mar

La reforma de la rotonda del Viejo Contrabandista, sitio neurálgico de la localidad marchiquitense de Santa Clara del Mar, será definida en base a lo que surja de un concurso de ideas. Así lo anhelan el municipio, el Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires Distrito 9; y la empresa Santos Pioneros S.R.L., propetaria del predio.

Las tres partes firmaron un convenio para la realización del concurso, que tendrá alcance solo para ideas y anteproyectos que tengan origen en territorio bonaerense y que tendrá definición a una única vuelta.

 

Santa Clara del Mar: firman convenio para completar la pavimentación de la costanera. https://t.co/PfzeOs6TO6 pic.twitter.com/6nmeE3mvU2

— Telégrafo (@telegraficos) March 15, 2021

 

Fue el presidente del Colegio de Arquitectos de la región, Eduardo Agüero, y la apoderada de los dueños del lugar, Mariela Berdasco, quienes acordaron con el secretario municipal de Turismo, Ambiente y Planeamiento de Mar Chiquita, Marcelo Artime, la convocatoria para revitalizar el emblemático lugar, situado a la altura 300 de la avenida Acapulco.

En representación del intendente Jorge Paredi, Artime no dudó en calificar la operación como trascendental. “Desde el municipio estamos muy agradecidos tanto al propietario de la rotonda como al Colegio de Arquitectos, porque si bien el dominio es privado, es un lugar estratégico”, precisó.

En esta línea, agregó que el espacio “tiene la escala y la envergadura, inclusive de lo simbólico, para que no sea nada más una relación privado-comuna, sino abrirla a distintos matriculados de la provincia de Buenos Aires. Así sin dudas vamos a tener una calidad de proyecto de arquitectura acorde a la importancia del lugar”.

A fines del 2019 la firma Pioneros adquirió el predio tras una transacción con los propietarios originales del lugar, que querían desprenderse del dominio pero asegurar también su identidad. El concurso contempla la posibilidad de incorporar usos lucrativos en el ámbito de la rotonda, así lo aclararon en ese entonces los nuevos dueños, al afirmar su intención de “desarrollar un negocio que busque la rentabilidad pero que tenga por primer foco la esencia del casco histórico”.

Tras la rúbrica, el titular del Colegio de Arquitectos Eduardo Agüero confirmó ese objetivo: “Estamos muy contentos porque desde nuestra gestión es el primer convenio que firmamos para la realización de un concurso de anteproyectos”.

“En este caso es algo extraordinario porque es una tierra de dominio privado y gracias a una iniciativa del gobierno municipal se hizo un convenio tripartito para utilizar esta herramienta del concurso que es la más apta para este tipo de lugares emblemáticos, con generación de espacio público, recuperación de aspectos históricos y con criterios de sustentabilidad”, concluyó.

 

 

Finalmente la apoderada de la rotonda, Mariela Berdasco, ratificó las intenciones y contó: “La idea es desarrollar un proyecto comercial, cultural y resaltar mucho la identidad de Santa Clara del Mar”.

En el centro de la rotonda del Viejo Contrabandista se levanta una casa de madera y techo de chapa con galerías amplias que tenía entre 8 y 10 habitaciones y posee una gran dimensión. Aunque no se puede determinar con exactitud la fecha del inicio de su construcción, algunos especialistas señalan que data de 1880 aproximadamente.

 

A puro color: un nuevo cartel de identidad para Santa Clara del Mar. https://t.co/sVulPOEAcT pic.twitter.com/IpDEFrLFiL

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Hasta fines del decenio de 1940 vivió allí la persona encargada de tratar con colonos y mercaderes llegados desde otras tierras. Su tarea era negociar, preparar y cobrar los contratos de arrendamiento que los chacareros -en su mayoría españoles- dirigían desde las cercanas estancias de La Armonía, San Manuel de Cobo y La Loma.

A fines de los años 40 los hermanos Antonio y José María Orensanz emprendieron la creación de Santa Clara del Mar, Santa Elena y Atlántida sobre una extensión de campo adquirido a la Clara Cobo de Ugarte. José María Orensanz junto a Luciano Urrutia decidieron preservar el chalet y crearon una rotonda que cambiaría la historia de la localidad para siempre.