El sujeto, que vivía en libertad condicional por un crimen cometido quince años atrás, permanecía prófugo desde que su reciente pareja se animó a hablar del calvario vivido, al recibir ayuda psicológica tras terminar en el hospital por la última golpiza sufrida, que le dejó traumatismo de cráneo y dos costillas quebradas, entre otras lesiones y quemaduras.
La joven geselina, que en una primera instancia no quiso brindar detalles sobre sus heridas, terminó por contar que se encontraba encerrada en una vivienda de la ciudad, donde su novio la mantenía cautiva y la sometía a diversos y crueles tormentos.
No es la primera vez que Muñoz hace algo de esta naturaleza: desde el 2014 estaba en libertad condicional tras cumplir 14 años detenido en el penal de Dolores por asesinar en 2001 a su por entonces pareja, Bárbara Cisnero, crimen por el que había recibido una pena de 19 años.
Su nueva víctima terminó hospitalizada tras ser encontrada en un domicilio de la ciudad, a partir de una denuncia que recibió la policía en la que se ofreció información sobre una persona secuestrada. La asistencia de una psicóloga, del personal médico y de efectivos femeninos de la policía, resultó fundamental para que la mujer pudiera finalmente relatar la terrible violencia a la que era sometida por Muñoz.
El femicida se dio a la fuga pero el viernes en la noche fue encontrado por las autoridades policiales, tras un rápido allanamiento en un domicilio de Villa Gesell, en la vivienda en la que vive la madre del imputado.