El Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación presentó un proyecto para el desarrollo de la industria del cannabis medicinal que apunta a generar una “oferta nacional de un producto de calidad y validado” de fuerte impacto social y económico.
El titular del área gubernamental Matías Kulfas aseguró que la iniciativa se elaboró con el objetivo de desarrollar una cadena que tenga incidencia positiva en el empleo -con la creación de hasta 10.000 puestos de trabajo en los próximos cuatro años-, en las exportaciones -donde se estiman ingresos por 50 millones de dólares-, en las ventas en el mercado interno -calculan un movimiento de 500 millones de dólares- y en el acceso federal a la salud de los productos derivados de la planta.
“La experiencia internacional muestra que la cadena de cáñamo y cannabis medicinal tiene un mayor potencial de crecimiento si se encuentra regulada por el Estado, para evitar desvíos al mercado ilegal y garantizar la trazabilidad de procesos y productos con destino medicinal”, analizó Kulfas al respecto.
Entre los objetivos productivos, el proyecto busca generar un marco “para inversiones públicas y privadas en toda la cadena medicinal” del cannabis y complementa la legislación actual (27.350).
Cannabis medicinal: cultivadores podrán inscribir variedades de sativa L. https://t.co/jTPK8Ij88H pic.twitter.com/nP2PhEtHRV
— Telégrafo (@telegraficos) April 29, 2021
Por otra parte, la iniciativa contempla la creación de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame) que se encargará de regular, administrar y fiscalizar toda la cadena productiva; otorgará y administrará autorizaciones para producción y comercialización con especial atención a PyMES, cooperativas y economías regionales.
La misma estará compuesta por los ministerios de Desarrollo Productivo, Salud, Agricultura, Ganadería y Pesca, Ciencia y tecnología y Seguridad.
Finalmente las autoridades aclararon que el proyecto presentado no legislará sobre aprobaciones para uso médico o terapéutico, que estarán a cargo de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat).
Beneficios
Nadie se quiere perder la fiebre del oro verde, con un nuevo sector económico que, entre la industria médica, la del ocio y la del bienestar, ya cuenta con 75 millones de consumidores legales (la ONU calcula el número de consumidores habituales en algo más de 200 millones) y empieza a disponer de genetistas, químicos, logísticos, contables, abogados, comunicadores y fondos de inversión.
Además de ampliar el derecho a la salud con la oferta de cannabis medicinal que pueda existir y la generación de empleo de calidad; la intención de las autoridades es brindar oportunidades de desarrollo productivo en varias provincias e incrementar la rama de proveedores especializados en genética, agro, equipamiento tecnológico y fitosanitarios.
En la cadena de negocios también figura el cáñamo industrial (textiles, papel, alimentos, materiales para la construcción) y el desarrollo genético: ya hubo 320 solicitudes de patentes de variedades hasta 2016, y 470 entre 2017 y 2019.
A su vez, Argentina tiene ventajas para ser un importante productor en la industria del cannabis, entre ellas, convertirse en líderes globales en producción agropecuaria a partir de poseer una red de investigación científica (Racme – Conicet), contar con un entramado de laboratorios públicos y privados, experiencias de organizaciones de la sociedad civil y un incipiente desarrollo que ya tiene 22 iniciativas provinciales y 80 municipales.