Con un escrache muy duro, centenares de personas protestaron en la puerta de la casa de la gobernadora patagónica e incluso intentaron entrar justo en momentos en que se hallaba acompañada por la expresidenta y otro grupo de mujeres.
Es la segunda vez en poco tiempo que Alicia Kirchner pasa varias horas encerrada en su vivienda con manifestantes en la puerta. Cuando por redes sociales se supo rápidamente que también estaba presente Cristina Fernández, mucha más gente se animó a acudir y todo terminó con la intervención de las fuerzas de seguridad, que recurrieron a las balas de goma y a los gases lacrimógenos en medio de graves incidentes.
«Fue un ataque planificado», aseguró Alicia Kirchner. «Quieren mi cabeza para la campaña electoral. Se pretende instalar que todo lo que ha sido el proyecto nacional que primero condujo Néstor y después Cristina ha sido malo», agregó la hermana del expresidente.
«Hacer una marcha, cortar una calle, todo está bien, pero querer entrar a una casa es una barbaridad. Rompieron vidrios y puertas, el cordón de la vereda, rompieron el nicho de gas. Éramos cinco mujeres solas con una bebé de 18 meses», se quejó la mandataria santacruceña.