Cocaína adulterada: “Que alguien ponga algo para perjudicar a los consumidores es impensable”

En el marco de los trágicos episodios en torno al consumo de cocaína adulterada que generaron esta semana en el Área Metropolitana de Buenos Aires 23 víctimas fatales, la médica toxicóloga Mónica Nápoli analizó la situación en torno a la masiva intoxicación que dejó además a más de 80 personas internadas en delicado estado.

Con preocupación por los números reales de personas afectadas y el desconocimiento del producto que se encontraba en la cocaína y que generó los decesos, la especialista pidió celeridad en la realización de los estudios para “poder asistir más rápidamente a quienes concurrieron a las guardias”.


En declaraciones al programa Siete Colores por FM 97UNE, la titular de la agrupación Hablemos de doping y adicciones, detalló que “los médicos que trabajan para atender los síntomas y los bioquímicos están estudiando los productos decomisados para saber qué hay además de la cocaína dentro del polvo blanco que han comprado los consumidores”.

Consultada por la posibilidad de que la cocaína se haya mezclado con veneno para ratas, la especialista manifestó que “los raticidas son productos que no tienen un efecto fulminante inmediato” como sucedió en estos casos.

 

 

La hipótesis de los opioides

En esa línea Nápoli agregó que el elemento adicional “puede ser cianuro o un producto derivado del opio” por cuanto “muchas veces se busca la asociación psicoactiva de varios productos para producir una experiencia diferente”. “Esto sería en búsqueda de una nueva experiencia para el consumidor”, explicó la especialista.

Nápoli aclaró que si fuera “fentanilo” es raro que se use para “estirar la cocaína” porque “es una sustancia costosa, y si se estira la droga, son con cosas más baratas”. “Puede haber varias sustancias de la familia de los opioides, pero es importante saber cuáles para poder atender a los internados”, reiteró en ese sentido.

 

 

Por otra parte, la asistente social detalló que “el que elabora estos productos no es un bioquímico o un químico, sino alguien que lee una receta” y ahondó: “Puede haber confundido un polvo con otro o haber confundido las dosis. Es decir, puede haber sido un error involuntario o alguien que pone algo para perjudicar a los consumidores. Esto segundo es algo impensable porque generalmente el que conoce sobre narcotráfico, sabe que no quieren que dejen de comprar”, aseguró la mujer.

Por último, Nápoli señaló que “es imposible que los consumidores puedan percibir las adulteraciones salvo que sean muy burdas porque generalmente no alteran ni el sabor ni el olor ni el color del producto, dado que eso generaría que todos se den cuenta, hasta sus realizadores. De hecho en los decomisos, lo único que se sabe es el color de los envoltorios, que es color rosa. No se sabe nada más”, concluyó.



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