La iniciativa pertenece a la organización Luchemos por la Vida y será elevada en simultáneo a la Legislatura porteña y a la Agencia Nacional de Seguridad Vial. Busca disminuir 10 kilómetros por hora las máximas de calles y rutas y también de autopistas y autovías en toda la Argentina.
María Cristina Isoba, directora de Investigación y Educación Vial de Luchemos por la Vida, detalló en diálogo con Télam que en Argentina el exceso de velocidad explica más del 30% de las muertes en accidentes de tránsito, en los cuales solo el año pasado fallecieron 7.268 personas en todo el país.
«Lamentablemente estamos en una meseta en los últimos 20 años, necesitamos un llamado de atención para reducir los accidentes», aseguró Isoba al recordar que el peligro de muerte se duplica por cada 15 km/h que se acelera por encima de los 80km/h.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda además que la velocidad máxima no supere los 50 km/h en áreas urbanas por el mayor riesgo que significa para peatones y ciclistas.
«Los controles son pocos, esporádicos y aislados, no se sanciona de verdad, el 80% de las multas no se efectiviza», acusó Isoba sobre la realidad nacional en el tema. «La reducción de la velocidad salva vidas, está demostrado en todo el mundo que superar la velocidad adecuada es la principal causa de muertes en accidentes viales», sentenció.