Desde el Juzgado en lo Contencioso Administrativo 1 de Dolores se dispuso paralizar la obra de construcción del complejo que la firma Solanas tiene en la localidad geselina de Mar Azul.
Fue el juez Marcelino Escobar quien dio lugar al recurso de amparo de la asamblea vecinal que impulsa el freno a una obra vía la cual Solanas proyecta edificar 116 unidades habitacionales.
Escobar dictó la medida cautelar de no innovar en cuanto a la construcción del complejo que la constructora Portland planifica edificar en una manzana situada frente al mar entre las calles 36 y 37 de Mar Azul.
Desde la Asamblea en Defensa de la Duna y el Agua, integrada por vecinos residentes y no residentes de la zona, iniciaron acciones legales contra el proyecto.
En paralelo se desarrolló una gran campaña de concientización e información en pos de la protección del médano y el acuífero.
Contra el proyecto de Solanas en Mar Azul: “Luchamos por un bien de todos”. https://t.co/jl3c7xphqH pic.twitter.com/3HwE3w2B1f
— Telégrafo (@telegraficos) May 15, 2022
La línea de ribera, una clave en la polémica por el complejo de Solanas en Mar Azul
Uno de los elementos sustanciales elevado por el abogado de la asamblea, tiene que ver con la violación del espacio público.
Los opositores a la inversión sostienen que parte de la construcción se plantea en una zona no permitida por la ley 12.257.
La normativa, en su artículo 142, describe que desde la línea de ribera hacia el continente deben respetarse 150 metros para edificar.
Un informe del ingeniero ambiental José Soto, acompañado de toda la documentación que los vecinos y vecinas presentaron, expresa la falta a esa norma y otras vigentes en materia ambiental en la provincia de Buenos Aires y a nivel nacional.