El nuevo jefe de la policía de la provincia de Buenos Aires, Fabián Perroni, visitó el distrito de General Madariaga esta semana, días después de asumir el cargo de manera interina tras la salida de Pablo Bressi, un pase a retiro envuelto, por cierto, en delicadas polémicas.

Luego de participar junto al fiscal general de Mar del Plata Daniel Adler de una conferencia para brindar detalles de un operativo que dejó a cinco efectivos de la policía bonaerense detenidos por venta de drogas, Perroni viajó para encontrarse con el intendente Esteban Santoro y los diferentes jefes policiales del partido.

En diálogo con la prensa local, el comisario mantuvo el eje discursivo al que apostó ni bien fue designado para el cargo: “No hay un lugar más ni menos importante para combatir el delito. La lucha la damos contra los delincuentes, las bandas organizadas y el narcotráfico, estén en el punto de la provincia en el que estén”, afirmó en primera instancia.

Al respecto de sus aspiraciones en relación a las funciones de la fuerza, Perroni avisó: “Ya pusimos en claro que la policía, más allá del rol que cumpla, local, rural o en las distintas áreas como investigaciones, está para combatir el delito, tanto del narcotráfico como el delincuente que le está robando a los vecinos”, describió.

En esa línea, insistió: “El policía no cumple ningún rol más que el de combatir el delito, correr al delincuente, agarrarlo y ponerlo a disposición de la justicia. El que así no lo haga, tendrá que dedicarse a otra cosa, porque yo lo tomaré como cómplice del delito”, sentenció.

Jefe de los últimos dos operativos Sol y también responsable de la seguridad en los recientes partidos de fútbol de verano, Perroni reconoció: “El narcotráfico no nos puede ganar la calle como la está haciendo. Si sabemos que alguna persona está vendiendo drogas en algún lugar, tenemos que allanar, detener y secuestrar la droga. Esto se logra con directivas claras y metiendo a los cómplices presos, sean del color que sea”, exclamó.

“Nosotros cuando hay una problemática, cuando actuamos, no le estamos haciendo un favor a nadie, es nuestra obligación. Y debemos estar a la altura de las circunstancias”, concluyó quien en 1997 había estado detenido en una causa por torturas de la cual fue finalmente absuelto.