Argentina evidenció mejorías en el juego en el debut del ex técnico del Sevilla y renueva sus expectativas luego de vencer 1-0 a Brasil en Australia, en uno de los dos amistosos que la Albiceleste disputará en este mes de junio antes del complicado retorno de las eliminatorias para el mundial en Rusia.
Sin llegar a desempeñar un partidazo, ni que despuntaran las promesas, incluso con la reiteración de muchas debilidades defensivas cuando fue atacada por Brasil, el equipo de Jorge Sampaoli despertó nuevas sensaciones e invitó a hablar del juego, un paso trascendental después de un tiempo sumido en la nada, como ha sucedido en los tormentosos tiempos de Edgardo Bauza.
El jugador más decisivo fue un viejo conocido: Ángel Di María. Sobre Messi, se reflejó un jugador poco participativo, como si estuviera buscando su sitio en el revitalizado equipo. El único gol del partido lo convirtió Gabriel Mercado, quien aprovechó un rebote en el arco después de un cabezazo de Otamendi sobre el cierre de la primera etapa.
La Albiceleste se paró con una defensa de tres, sostuvo la salida en el mediocampo a partir de Banega y Biglia, profundizó por los costados con José Luis Gómez y el mencionado Di María, intentó desequilibrar desde la media punta a partir de Dybala y Messi y completó su delantera con Higuaín, quién salió en el entretiempo.
Hubo una jugada de dos remates a los postes (Gabriel Jesús y Willian) y para suerte de la Argentina no empataron de milagro los brasileños. Aunque Willian no paró de llevar peligro, Brasil no encontró el gol y perdió su imbatibilidad con Tite.
La declaración de intenciones es consecuente con la grandeza de Argentina, que al menos en este primer partido con nuevo DT, ha dejado de jugar como un equipo pequeño que tiene problemas para estar en el mundial. Ahora quiere la pelota, se atreve a jugarla, como si hubiera perdido el miedo, y busca la portería por deseo expreso de Sampaoli, que ya había anticipado algo de lo que busca para su equipo durante su primera conferencia de prensa la semana pasada.
