El defensor de los rugbiers acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa, pidió su absolución o la pena prevista para ‘homicidio en riña’.
En su alegato, el abogado Hugo Tomei aseguró que hubo una “incongruencia” entre la elevación a juicio y la acusación.
“No hay dolo, no se pudo comprobar el plan para matar en esos siete minutos, no hubo estado de indefensión, sí hubo una agresión”, aseguró.
Por eso solicito que sus defendidos sean absueltos o condenados por el delito de ‘homicidio en riña’. El mismo que prevé una pena máxima de seis años de prisión.
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A continuación planteó que, subsidiariamente, en caso de que los declare culpables sea por ‘homicidio simple con dolo eventual’ y que el Tribunal distribuya sus participaciones, o por el delito de ’homicidio preterintencional’.
Asimismo, Tomei solicitó la nulidad del secuestro de los teléfonos celulares y las prendas de vestir de los imputados. Afirmó que al momento de ser detenidos “no se les comunicó los derechos que los asistían”.
El alegato del letrado duró aproximadamente una hora y apenas comenzó adelantó que pediría la absolución de los ocho acusados por ’homicidio agravado por alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas’.
Cabe recordar que este miércoles, al considerarlos responsables de este delito, tanto la querella cómo la fiscalía pidieron la pena de prisión perpetua para los rugbiers.
“No está el dolo”
No obstante, Tomei entendió que el hecho por el cual fueron imputados “no está probado”, mientras y que los acusadores “probaron otro hecho” durante el debate.
El abogado defensor aseguró, entre otras cosas, que “no está el dolo”. También que “el perito (forense) no pudo determinar cuál de los golpes causó la muerte” de Fernando y que “nunca hubo un plan para matar”.
Por tal motivo, sostuvo que el hecho “se encuadra en un homicidio en agresión conocido como riña”. “Con la pena que están cumpliendo de tres años quedarían todos en libertad”, agregó.
Según reseñó la agencia Télam, Tomei dedicó gran parte de exposición a cuestionamientos procesales sobre la acusación de los fiscales y los letrados del particular damnificado durante sus alegatos.
“No hay duda de que toda la evidencia está contaminada, absolutamente toda”, agregó el defensor, quien antes había cuestionado el tenor mediático del caso.