La cifra corresponde a mayo último con respecto al mismo mes de 2016. Es el primer ascenso en 15 meses, es decir desde que Macri asumió la presidencia.

El último dato positivo registrado en la economía fue en enero del año pasado, de 1,2%, índice que reflejó el nivel de actividad del cierre de la era kirchnerista. Desde entonces, el Estimador Mensual Industrial (EMI) que realiza el INDEC, dio negativo, con un pico de caída en octubre del -8%.

La subida del EMI estuvo impulsada por el sector automotriz (17,4%), la industria metalmecánica (11,6%) y el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC), que determinó que en mayo ese sector subió 10,3% con respecto a igual mes del año anterior. El dato del acumulado del ISAC durante los cinco primeros meses del año registró un aumento de 5,1% interanual.

Otros sectores clave, sin embargo, siguieron en baja: el textil, clave en la generación de mano de obra, cayó 13,3, la producción de papel registró -10,2% y el sector petrolero se redujo en 0,4%. El Indec registró una caída del 1,4% en el comparativo interanual de los primeros cinco meses del año.

La realidad númerica, de todos modos, muestra una sucesión de malas noticias. En cuanto a los ingresos, el INDEC dijo que la mitad de la población recibió durante el primer trimestre de este año menos de 9.700 pesos (584 dólares) por mes, insuficientes para afrontar los 14.660 pesos (888 dólares) que cuesta la canasta básica total, es decir alimentos más vestimenta y movilidad.

Del resultado del oficialismo en las urnas que se abrirán en octubre para renovar parte del Parlamento, dependerá que el gobierno pueda tomar las medidas que le permitan cumplir con su objetivo de 4,2% de déficit fiscal.

Al asumir la presidencia, Mauricio Macri derribó los muros cambiarios y algunos de los económicos levantados durante el kirchnerismo alrededor de Argentina y pagó la deuda con los fondos buitre, el precio exigido por los mercados internacionales para volver a conectar el país al grifo del crédito externo. Desde entonces, no han cesado de llegar millones de dólares al país, sin embargo, pocos de esos billetes verdes traídos por los extranjeros van a la economía productiva, esencial para generar nuevos puestos de trabajo y crecimiento, sino que se desvían hacia el gran negocio de prestar dinero al Estado y obtener a cambio rendimientos fabulosos.