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¿Lo que comemos es cómo dormimos?: el vínculo entre alimentación y descanso

Uno de los motivos por el que a veces las personas se despiertan en medio de la noche sin poder conciliar el sueño o se sienten cansadas incluso después de dormir las horas recomendadas tiene una explicación clara: el tipo de alimentación, que influye directamente en cómo nos sentimos y cómo funciona nuestro cuerpo, incluyendo nuestros patrones de sueño y descanso.

El reloj biológico, o ritmo circadiano, regula los ciclos de sueño y vigilia, y la alimentación juega un papel crucial en este proceso al funcionar como combustible del cuerpo.


La mejor alimentación posible para un buen descanso

Qué se come y cuándo puede afectar significativamente la calidad del descanso y hay mucho conocimiento sobre la mejor alimentación posible para mejorar ese tipo de circunstancia.

Los alimentos ricos en triptófano (un aminoácido esencial), como ser el pollo, los huevos, los lácteos y las semillas, favorecen la producción de serotonina, un neurotransmisor que se convierte en melatonina, la hormona que regula el sueño.

Además, frutas, verduras y cereales integrales proporcionan los nutrientes necesarios para un buen descanso.

Más importante es incorporar alimentos ricos en magnesio y vitamina B6, como los plátanos, las almendras y las espinacas, puede ayudar a relajar el cuerpo y la mente antes de dormir. Estos nutrientes son esenciales para la función muscular y nerviosa, y pueden contribuir a un sueño más profundo y reparador.

 

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La alimentación que puede interferir en el descanso

Después de eso hay que hacer foco en ciertas sustancias y alimentos que pueden interferir con nuestro descanso.

La cafeína, el alcohol y la nicotina son estimulantes que pueden dificultar la conciliación del sueño y reducir su calidad.

Las comidas pesadas, especialmente aquellas ricas en grasas y azúcares también pueden provocar indigestiones y despertar durante la noche.

Un estudio reciente publicado en el Journal of Clinical Sleep Medicine encontró que las personas que consumen regularmente bebidas azucaradas tienen un 55% más de probabilidades de sufrir insomnio. Estos datos vuelven a recordar la importancia de limitar el consumo de alimentos procesados y bebidas azucaradas.

 

 

El análisis de los expertos en descanso

Desde la empresa Calm, una de las marcas líder en producción y venta de colchones, brindan consejos para un sueño reparador asociado a la alimentación.

  1. Consumir alimentos ricos en triptófano, magnesio y vitamina B6 como leche, yogur, queso, pollo, pavo, pescado y plátano
  2. Cenar ligero al menos 2 horas antes de acostarse.
  3. Evitar la cafeína y el alcohol antes de acostarse.
  4. Beber agua durante el día para mantenerse hidratado.
  5. Crear un ambiente adecuado para dormir: oscuro, silencioso y fresco.
  6. No comer alimentos pesados o picantes antes de acostarse.
  7. No beber alcohol en exceso.
  8. No consumir bebidas azucaradas o estimulantes antes de acostarse.
  9. No hacer ejercicio intenso antes de acostarse.
  10. No usar dispositivos electrónicos en la cama.




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