Se trata de la Schiaparelli, que pertenecía a la misión ExoMars, un proyecto conjunto de la Agencia Especial Europea (ESA) y su par rusa, Roscosmos, para buscar vida en Marte. Las causas del accidente aún no están claras, pero se informó que el módulo de aterrizaje falló un minuto antes de concretarse el descenso. Desde entonces, se perdió el contacto con la nave.
Esta es ya la segunda misión europea que no consigue llegar en buenas condiciones a Marte, un planeta en el que la mitad de todas las misiones espaciales fracasaron. Por ahora sólo Estados Unidos ha conseguido arribar con éxito y realizar luego registros desde el planeta rojo, con el famoso Curiosity, el mayor robot de exploración que ha pisado nunca ese planeta.
Jorge Vago, científico del proyecto Exomars, reconoció que la nave falló y cayó con los cohetes apagados desde una altura de unos 2.000 metros. El triste desenlace ha podido ser confirmado gracias a una imagen tomada por la sonda orbital de la Nasa MRO en la que se aprecian los restos del módulo de aterrizaje de la Schiaparelli.
En enero del año pasado, la agencia norteamericana también logró encontrar la Beagle 2, una sonda británica que llegó a Marte hace 12 años. Como parte de la misión Mars Express de la ESA, había sido diseñada para estudiar la geología del planeta, su clima e incluso buscar señales de vida extraterrestre. Se separó de la sonda con la que viajó el 19 de diciembre de 2003 y estaba previsto que se comunicase desde su superficie el día de Navidad, pero nunca llegó a hacerlo.
Desde que empezó la era espacial, se han hecho 45 intentos. Los fallos han sido muy variados, aunque la mayor parte se debieron a problemas de lanzamiento.