El injerto de alas en mariposas no es común en el ámbito científico y es más bien un procedimiento amateur entre los aficionados a la cría. En YouTube pueden encontrarse varios ejemplos similares, entre ellos, el de Leonardo D’Anchiano, un especialista de Texas, Estados Unidos, que trató una especie de mariposas, llamadas monarca y mostró el espectacular logro.

Según cuenta en el diario El País de España Roger Vila, científico del CSIC especializado en la genética de estos animales, la operación es indolora. «No hay ningún músculo en las alas de las mariposas, así que no hay sensibilidad alguna en la zona y la mariposa no sufre. Cuando se encuentran en libertad, les puede ocurrir lo mismo por un accidente o el ataque de un pájaro o una lagartija», explica.

«Con este injerto no va a tener un vuelo perfecto, pero en el estado en el que se encontraba era prácticamente imposible que pudiera volar. Las alas de una mariposa adulta no se curan ni se regeneran, así que así es la única forma de que recupere el vuelo», dice el científico.