Aunque los montos que se volcaron en la economía, unos 1.800 millones de dólares, son una pequeña parte de los 333.000 millones que se invirtieron en el mundo durante el 2017, muestran que el país ha iniciado una carrera acelerada para salir del rezago que exhibe en generación de energía limpia.
Según los datos de Bloomberg New Energy Finance (BNEF), en 2017, Argentina fue el segundo país en el mundo en el que más crecieron las inversiones en energías renovables, con un aumento cercano al 800%, solo por detrás de Emiratos Árabes Unidos.
Las cifras muestran los primeros resultados positivos del Renovar, un programa de licitaciones públicas lanzado en 2016 por el que se han adjudicado 147 proyectos de energías renovables que suman 4.466 MW, equivalentes a la electricidad que demandan 4,5 millones de hogares.
Las nuevas normas fijaron la meta de un 20% de generación limpia para 2025 y estableció penalizaciones para los grandes usuarios que no cumplan con determinados porcentajes de consumo de fuentes no convencionales, con exigencias crecientes.
Los parques de aerogeneradores de Argentina hoy tienen una capacidad de apenas 220 MW pero, de concretarse todos los proyectos, esa potencia se multiplicará más de 10 veces. “Son casi 2.500 MW adjudicados, que representan el 55% de la potencia que sumará el Renovar y unos 4.000 millones de dólares a ejecutarse dentro de los próximos dos años”, afirma Alfredo Bernardi, presidente de la Cámara Argentina Eólica, creada en febrero, y gerente de Relaciones Institucionales de la energética argentina Genneia, denunciada por contaminación en Pinamar semanas atrás.