Un equipo liderado por los estadounidenses Mike Donovan, Conrad Labandeira y Peter Wilf y dos paleontólogos argentinos de Conicet, Rubén Cúneo (Museo Paleontológico de Trelew) y Ari Iglesias (Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente en Bariloche) analizó unas 3.500 hojas fósiles de Chubut y les permitió saber qué pasó en el hemisferio sur luego del evento de extinción que desterró a los dinosaurios del mundo de los vivos.
Según publicó uno de los científicos -en una de sus columnas para la Agencia de Noticias Bariloche-, se hallaron más de 1.600 daños de insectos, de los cuales se reconocieron 69 tipos diferentes de acciones sobre las hojas. Esto “ha permitido conocer más a fondo qué fue lo que ocurrió en este rincón del globo en un momento tan drástico como la extinción masiva”, resaltó Iglesias.
El estudio publicado en la revista Nature Ecology & Evolution concluyó que si bien los insectos del sur, al igual que los del norte, prácticamente desaparecieron después del choque del meteorito, los niveles de diversidad de insectos se recuperaron en unos cuatro millones de años, es decir, dos veces más rápido que en el norte.
“Muchos estudios aún siguen en marcha, ya que el intensivo trabajo realizado para la colecta de tantos materiales fósiles ha permitido el hallazgo de plantas e insectos totalmente novedosos para la ciencia”, sentenció el investigador de Conicet.