La compañía con sede en Cupertino rentabiliza al máximo los escasos modelos que comercializa, incluso su catálogo con modelos antiguos, mucho más que sus competidores más cercanos como Samsung o Huawei, pese al esfuerzo inversor y en marketing que realizan.
Así, Apple consiguió colocar en el último trimestre de 2017 hasta 8 modelos entre los diez con mayores ganancias del mercado, mientras que Samsung aparece tan solo con dos modelos.
Apple solo vende el 14% de los teléfonos móviles inteligentes que se comercializan en el mundo pero consigue el 86% de las ganancias que se generan en el mercado de los smartphones, debido a la alta rentabilidad de los iPhone.
El mérito de Apple es doble si se tiene en cuenta que en el cuarto trimestre de 2017 repuntó un 1% sus ganancias, mientras que el beneficio global de la industria disminuyó un 1% interanual ya que el mercado de teléfonos inteligentes premium no creció como se esperaba, debido a que ha alcanzado su punto álgido, y los consumidores prefieren ciclos de reemplazo más largos.