Un año después de las fotos que logró captar la sonda New Horizons al sobrevolar Plutón más cerca que nunca, dos estudios astronómicos analizaron las imágenes y sus investigadores sugieren que hay una zona en la que podría existir un gran océano de agua líquida.
Este planeta que años atrás fue rebajado a la categoría de enano, ubicado en las afueras del Sistema Solar, tiene su superficie cubierta de volcanes de hielo y con una gran región con forma de corazón.
La historia de Plutón es por de más interesante. Hace miles de millones de años, chocó contra un cometa de unos 200 kilómetros, 20 veces mayor que el asteroide que acabó con los dinosaurios en la Tierra. El impacto le formó un enorme cráter que se fue llenando de hielo. Su acumulación, sumada al efecto gravitatorio de Caronte, la mayor luna de Plutón, acabó desplazando todo el planeta sobre su eje de rotación.
En la depresión creada por la colisión, conocida como Sputnik Planitia, la cuenca se fue llenando de hielo de nitrógeno, metano y dióxido de carbono durante millones de años, hasta que acabó reorientando a Plutón respecto a su luna.
¿De dónde puede salir tanto hielo entonces?. “La forma más obvia es que hubiera una gran masa de agua bajo el hielo de Sputnik Planitia”, explica Francis Nimmo, de la Universidad de California en Santa Cruz, en declaraciones citadas por el diario El País de España.
“En el núcleo rocoso del planeta hay suficiente radioactividad como para derretir una capa de hielo de unos 100 kilómetros de grosor”, resalta. Tras el impacto, el agua fluyó al exterior llenando parte del cráter y desplazando todo el planeta.
El océano de Plutón “está compuesto sobre todo por agua, pero probablemente también contiene amoníaco, que actúa como anticongelante”, por lo que “probablemente” sigue existiendo en la actualidad, señala Nimmo. “Tendría un volumen casi equivalente al de los océanos de la Tierra” y es “potencialmente habitable”, asegura.
Es posible que haya vida en ese océano, pero no será fácil demostrarlo. La masa de agua estaría bajo un sarcófago de hielo de unos 150 kilómetros de grosor, mucho más que en otras lunas conocidas, como Europa y Encélado, también con océanos habitables, o en los hielos del Ártico y la Antártida. “Si enviásemos una misión orbital, lo que puede llevar bastante tiempo, podríamos confirmar la existencia del océano buscando excesos de masa en Sputnik Planitia o con un radar que traspase la corteza de hielo”, explica el especialista.
La sonda de la NASA ha dejado atrás Plutón y se adentra ahora en el cinturón de Kuiper, un conjunto de cuerpos de cometa que orbitan alrededor del Sol a una distancia de entre 30 y 100 unidades astronómicas. “Probablemente otros objetos de tamaño similar a Plutón en el cinturón de Kuiper tengan estos océanos subterráneos”, señala Nimmo. Se espera que New Horizons alcance el primero de esos cuerpos en 2019.