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El uso irresponsable de antibióticos en animales amenaza la vida de millones de personas

El abuso de fármacos por parte de médicos, veterinarios, farmacéuticos, ganaderos y pacientes está generando súperbacterias resistentes a todo. Un documento elaborado para el gobierno británico, sostiene que si no se toman medidas urgentes en 2050 morirán más personas por súperbacterias —mutadas e inmunes— que por cáncer (8,2 millones de muertes) o por accidentes de tráfico (1,2 millones).

La problemática no tiene origen en los microbios, sino en las personas: el uso indiscriminado e irresponsable de los antibióticos está provocando que surjan cepas multirresistentes de bacterias como la Klebsiella pneumoniae, “con una letalidad por encima del 50%, similar a la del último brote de ébola, pero sin generar atención mediática”, según graficó la médica Pilar Ramón, asesora de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en declaraciones citadas por el diario El País de España.

Ante estos indicios, excluyendo a España, las ventas de antibióticos para animales cayeron un 12% entre 2011 y 2014 en los países europeos analizados por la Agencia Europea de Medicamentos, hasta llegar a 121 miligramos vendidos por kilo de carne producido.

Algunos recientes acuerdo en Europa con el sector porcino nacional buscan “la reducción voluntaria” del uso de colistina, un antibiótico de importancia crítica para la salud humana. Los ganaderos utilizan masivamente el fármaco para prevenir infecciones y para promover el crecimiento de los cerdos.

La colistina también se emplea en personas como tratamiento de última línea contra microbios multirresistentes, como Klebsiella pneumoniae, Acinetobacter baumannii y Pseudomonas aeruginosa, responsables de infecciones con alta mortalidad. Sin embargo, empiezan a aparecer resistencias a la colistina, favorecidas por su utilización en la cría de animales, según ha denunciado la OMS, que ha pedido que se prohíba su uso como profilaxis. Este año, una mujer en Estados Unidos ha sido la primera persona que ha sufrido una infección de orina con una versión de la bacteria Escherichia coli resistente al tratamiento con colistina.

El uso irresponsable de antibióticos para animales no se reduce a la ganadería, como remarcó el veterinario de gatos Salvador Cervantes, miembro del Grupo de Estudio de Medicina Felina en España. Cervantes denunció “un exceso de prescripción de antibióticos” en las clínicas de pequeños animales, por ignorancia, para cumplir los objetivos comerciales de los gerentes, para satisfacer a los dueños o “por la presión de las farmacéuticas, que también está ahí”.

 

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