Según los datos más recientes publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mitad de los trastornos de salud mental aparecen antes de los 14 años, pero los casos no se detectan, en su mayoría, hasta mucho después.
Un informe especial del organismo sobre salud adolescente difundido por el diario El País de España, advierte que entre el 10% y el 20% de los adolescentes padece dolencias que a la larga podrían tener un efecto en su salud mental, como los trastornos emocionales, la ansiedad, la psicosis y las autolesiones.
Además, reconoce a la depresión como un problema extraordinario: en torno al 80% de los casos empiezan en la adolescencia.
La OMS ha presentado recomendaciones y ejemplos de actividades que pueden ayudar a la detección y el tratamiento precoces de estos trastornos. Entre ellos se incluyen las intervenciones psicológicas autoguiadas o en grupo, la formación para familias y personal escolar, los programas de salud mental comunitarios y las iniciativas para prevenir el abuso de sustancias, la autolesión y el suicidio.
El informe de la OMS recomienda hacer más seguros los entornos de los adolescentes, sobre todo si viven en zonas ya de por sí estresadas por el conflicto, la pobreza o la delincuencia. Esto podría incluir hablar de cuestiones de salud mental, enseñar a los profesores a detectar señales de depresión y crear programas de intervención para adultos jóvenes vulnerables.