Biólogos de la Universidad de Tokio han descubierto una sustancia en las lágrimas de las crías de ratón que reduce la libido de las hembras adultas. Los autores el estudio científico, publicado en Nature Communications, y difundido por el diario El País de España, investigan la posibilidad de utilizar una molécula artificial con las mismas propiedades para reducir las poblaciones de plagas de ratones.
Los especialistas comprobaron que tanto las madres como las hembras vírgenes rechazan los intentos de cópula de los machos al detectar esta feromona infantil: se levantan erguidas, se encogen contra el suelo, atiesan las extremidades e incluso tratan de zafarse de los ratones que las montan.
La molécula artificial que tratan de crear en Japón, al igual que la natural, no afectaría a otros animales porque las feromonas son muy específicas a cada especie.
El equipo japonés ya identificó en una investigación previa otra feromona que segregan los machos adultos por la glándula lagrimal: esta aumentaba la receptividad sexual de las hembras, pero volvía agresivos a los otros ratones. En el estudio recién publicado, han comprobado que, en presencia de ambas señales, las hembras responden preferentemente a la feromona antilibido de las crías que a la feromona afrodisíaca de los machos.