El hongo vive bajo la tierra de Crystal Falls, en el estado de Michigan en Estado Unidos, y se extiende por unos 350 mil metros cuadrados. En su conjunto pesa más de 400 toneladas y lleva vivo unos 2.500 años.
Se trata de una especie del género Armillaria gallica y fue descubierto hace 25 años, pero según publicó la BBC, ahora se sabe que es mucho más grande de lo que se pensaba. En su momento se afirmó que medía 37 hectáreas, lo que equivale a unas 50 canchas de fútbol, y pesaba 110 toneladas.
No obstante, recientemente científicos de las universidades Missouri, Toronto y Carleton tomaron 245 muestras diferentes para analizar su genoma. Los estudios corroboraron que, en efecto, se trataba de un único hongo, pero cuyo peso y edad eran el doble de lo que en un principio se había estimado.
El motivo de que se haya pasado por alto hasta ahora el enorme tamaño de este hongo del tipo Armallaria gallica es que la parte visible -el sombrero y tallo-, es una porción muy pequeña del hongo. El micelio, una maraña de filamentos que en este caso se extiende por más de 350.000 metros cuadrados, supone el grueso del ser vivo, y es por donde se alimenta de la madera de los árboles, a los que van chupando la vida durante décadas e incluso después de su muerte.
Más allá de los llamativos datos de esta especie, no se trata realmente del ser vivo más grande del mundo, ya que actualmente a la cabeza del ranking se encuentra el hongo Armillaria ostoyae que vive en un bosque de las Montañas Azules de Oregón. Descubierto en 1998, este hongo cubre aproximadamente 9 mil millones de metros cuadrados -unas 900 hectáreas- y se estima que puede tener una edad superior a los 8 mil años.