La Comisión Europea acusa a la empresa comandada por Mark Zuckerberg de haberle facilitado “información engañosa” para lograr la aprobación de la operación de compra de WhatsApp por casi 22.000 millones de dólares en 2014. La compañía deberá dar explicaciones y si no convencen, será sancionada.
Al momento de plantearse la adquisición, la entidad con sede en Bruselas puso reparos ante la posibilidad de generar un problema de competencia en el sector. En ese entonces, Facebook aseguró que no iba a ser capaz de asociar automáticamente las cuentas de usuarios de las dos compañías, lo que finalmente hizo en agosto. La Comisión ahora se pregunta si esa información incorrecta se proporcionó de modo “intencionado o negligente”, ya que las pericias indican que la posibilidad técnica de enlazar los perfiles de las dos firmas ya existía en 2014.
El plazo de respuesta para el gigante de redes sociales concluye el 31 de enero. Si las explicaciones no satisfacen a las autoridades de competencia, estas podrían imponer una multa equivalente como máximo al 1% de la facturación de Facebook, lo que significarían alrededor de 200 millones de dólares, aunque no se revertiría la compra.