Durante el 2018, investigadores del Inidep se encargaron de tomar muestras de agua en distintos sectores del Mar Argentino, desde la desembocadura del Río de la Plata hasta el extremo sur, incluyendo el canal Beagle, gracias al esfuerzo conjunto con investigadores del Cadic-Conicet y confirmaron los impactos negativos de una problemática en crecimiento en todo el mundo.
En trabajos preliminares, en la zona costera bonaerense se pudo determinar la presencia de abundantes partículas de microplásticos. Ahora, los especialistas anunciaron el estudio para saber cuántos microplásticos hay, cómo se distribuyen, qué tamaño tienen y cuál es su composición química.
Desde el programa de Pesquerías de Peces Demersales Costeros, el Inidep incorporó el análisis de microplásticos en el marco del proyecto “Evaluación de Juveniles de Corvina en Bahía Samborombón”. En esa investigación, se plantea un estudio con un enfoque ecosistémico en el que se está trabajando con muestras de agua, plancton, contenido estomacal de juveniles de corvina rubia y contenido estomacal de tortugas marinas.
En paralelo, el Programa Ambiente Marino, también del Inidep, ha incorporado el análisis de microplásticos en la serie temporal de la Estación Permanente de Estudios Ambientales (EPEA), para realizar un monitoreo mensual en aguas de superficie y fondo. Esto permitirá a largo plazo conocer si existe variación estacional e interanual de la abundancia y tamaño de microplásticos en Mar del Plata y cercanías.
Además, con el objetivo de poder mantener un monitoreo sostenido, en el Inidep también se están desarrollando herramientas de muestreo de bajo costo y de fácil manipulación que permitan la recolección y aislamiento de microplásticos del agua de mar a bordo, sin agregar tiempo de muestreo y costos en las campañas de investigación, las cuales hoy en día son una limitante.
Mucho del plástico en el mar se encuentra fragmentado en forma de micro partículas de plástico (microplásticos) que miden menos de 5 mm de diámetro y solo se pueden observar bajo lupa o microscopio. Muchas de estas partículas pueden transportar en su superficie metales pesados y otros contaminantes persistentes, que finalmente terminan depositándose en tejidos de aquellos animales que los consuman por accidente.