Cerca de 600 especies de plantas se han extinguido en los últimos 250 años

Telégrafo sábado, 22 junio, 2019

Investigadores del prestigioso Real Jardín Botánico de Kew (Reino Unido) y la Universidad de Estocolmo (Suecia) realizaron un estudio publicado en Nature Ecology & Evolution y comprobaron que cerca de 600 especies de plantas se han extinguido en los últimos 250 años.

Los resultados obligaron a revisar al alza las cifras de extinciones de plantas establecidas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Aunque la cifra puede no impresionar, es más que las extinciones sufridas entre los mamíferos, aves y anfibios juntos.

De hecho, según esta revisión de lo que la ciencia sabe hasta ahora de la base vegetal del planeta mayor, el ritmo de extinción es mayor que en cualquier tiempo pasado.

Las zonas más afectadas son las islas, las selvas tropicales y las regiones de clima mediterráneo. Y sí, tras la mayoría de las causas parecen estar los humanos. El estudio también ha estimado que, desde inicios de la Revolución Industrial, la tasa de extinciones es 500 veces mayor que la que era en periodos anteriores.

Cuando en 1753 el naturalista sueco Carlos Linneo catalogó en su Species Plantarum todas las plantas, había entonces 5.940 especies conocidas (por los occidentales). Desde entonces, han desaparecido 571 especies, la mayoría en las últimas décadas. La cifra sin su contexto apenas dice nada. Desde Linneo, se han catalogado otras 300.000. Así que, en términos absolutos, pueden parecer hasta pocas.

Las islas, en especial las pequeñas, son las que sufren un mayor número de extinciones. Según los autores del estudio, la mitad de las desapariciones se han dado en ellas. Y las consecuencias no son las mismas si la especie desaparecida era isleña o continental.

Tras las islas, son las especies leñosas (árboles y arbustos) de las selvas tropicales y áreas de clima mediterráneo las regiones del planeta con más extinciones.

Aunque el estudio no analiza las causas, los autores señalan a la destrucción del hábitat mediante acciones humanas como la deforestación y tala masiva, la introducción de especies ganaderas o el avance de la agricultura.