Según un informe publicado por el Servicio Meteorológico Nacional, durante los últimos meses del año, el sur argentino y la península antártica están siendo protagonistas de una campaña única en la región, que busca entender, de forma integral, aspectos dinámicos y químicos de la atmósfera.
La región sur de Argentina y la Antártida presentan condiciones atmosféricas únicas. Sin embargo, la información experimental con la que se cuenta es escasa. Esto fue lo que motivó la creación y el lanzamiento del proyecto Transporte y Composición de la Alta Tropopausa y la Baja Estratósfera del Hemisferio Sur (Southtrac, por sus siglas en inglés).
Liderado por diversos institutos y universidades de Alemania, Southtrac cuenta con actores de Argentina y Chile, entre los que se encuentra el SMN.
Mediciones en conjunto, como nunca antes
Con bases operacionales en El Calafate (Santa Cruz) y Río Grande (Tierra del Fuego), este experimento es de características únicas, ya que las mediciones de los procesos se realizan desde el suelo, satélites y de manera in situ. Esta última es posible gracias a que se cuenta con un avión alemán equipado con instrumentos específicos.
de acuerdo al SMN, los pronósticos climáticos actuales no son del todo precisos ya que hay fenómenos complejos que ocurren en la atmósfera, como las ondas de gravedad, que no están bien representados. Gracias a los datos recolectados durante Southtrac, se podrá conocer en mayor profundidad el estado, la composición y los parámetros dinámicos en diversos niveles de la atmósfera.
Esto impactará directamente en la calidad de los productos climáticos que se hacen en el SMN ya que se tendrá un mayor conocimiento del estado de la atmósfera y los gases presentes.
La dinámica y la química, bajo la lupa
Entre septiembre y octubre tuvo lugar la primer etapa de este proyecto, la cual se centró en el estudio de los aspectos dinámicos de la atmósfera, vinculados principalmente al comportamiento de las ondas de gravedad. Estas perturbaciones son importantes ya que tienen una gran incidencia en la precisión de los pronósticos y en la turbulencia que afecta la aeronavegación.
En noviembre se dará inicio a la segunda fase y estará enfocada en el estudio de los procesos químicos y de composición de la atmósfera. Por un lado, se buscará información aérea in situ de contaminantes y aerosoles, mientras que además se evaluará el impacto de ciertos gases, como los halógenos VSL, sobre la destrucción del ozono estratosférico.
El rol del SMN
Desde el inicio del proyecto, el SMN tiene un rol activo. Durante ambas etapas, personal de las áreas de Meteorología Aeronáutica, Investigación y Desarrollo, y Monitoreo del Clima participó, tanto en el lugar como de manera remota, en diversas tareas vitales para el desarrollo de Southtrac.
Alejandro Godoy fue quien representó al SMN durante las primeras cinco semanas, al presentar el pronóstico para los días siguientes y el estado de la tropósfera media y alta, información clave para la realización de los vuelos.
Si bien el equipo alemán que lidera Southtrac cuenta con el instrumental necesario, el conocimiento del clima local es sumamente importante para mediciones como éstas, explicaron desde el organismo nacional.
A su vez, se contó con apoyo de las estaciones VAG Ushuaia y Marambio para el lanzamiento de ozonosondas durante los vuelos. “La información de Southtrac nos va a permitir generar mejores pronósticos de alta resolución tanto para las regiones que pueden llegar a presentar ondas de gravedad como para las que se ven afectadas por turbulencia en aire claro”, recalcó Godoy.