La peor pesadilla para un epidemiólogo es un virus grave que se propague por el aire. Cada persona con sarampión, por ejemplo, puede contagiar a otras 15, mediante toses y estornudos que dejan el virus flotando un par de horas. Por ahora, para la Organización Mundial de la Salud (OMS), ese no parece ser el caso del nuevo coronavirus, menos ligero que el sarampión.
El actual patógeno sí es lo suficientemente contagioso como para pasar de un puñado de casos en diciembre a una pandemia mundial en marzo. Se calcula que cada persona infectada le pasa el virus a otras dos o tres personas. Por estos días, científicos de todo el mundo trabajan para iluminar las vías de propagación del Covid-19.
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Según difundió el diario El País de España en un artículo al respecto, un equipo del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE UU advirtió de que el nuevo coronavirus permanece tres horas suspendido en el aire, cuatro horas en el cobre de las monedas, un día entero en el cartón y de dos a tres días en el plástico o en el acero inoxidable de un grifo. El trabajo, cuyos resultados preliminares se divulgaron hace unos días, se acaba de publicar en la revista The New England Journal of Medicine.
Las autoridades sanitarias insisten en que esa permanencia de tres horas en aerosoles no implica que el nuevo coronavirus se propague como el sarampión. El seguimiento de los primeros pacientes en EE UU conllevó la investigación de todo su entorno. Los resultados mostraron que la tasa de infecciones sintomáticas entre compañeros de piso apenas superaba el 10%, como también se está viendo en España. El estudio estadounidense, publicado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, muestra también una tasa de contagios del 0,45% entre otros contactos cercanos fuera del hogar.
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Un informe de la OMS sobre la situación en China a 24 de febrero no confirmaba ningún caso de transmisión aérea. Lugares como los ascensores no parecen ser una de las principales vías de propagación del virus. El último informe técnico del Ministerio de Sanidad de España, actualizado esta semana, sí señala que “se cree” que la transmisión aérea o por aerosoles, a más de dos metros, “podría ocurrir durante la realización de procedimientos médicos invasivos del tracto respiratorio”.
La OMS sigue defendiendo que “el virus causante de la Covid-19 se transmite principalmente por contacto con gotículas respiratorias, más que por el aire”. Estas gotas —lanzadas por una persona infectada al toser, al respirar o al hablar— aterrizan rápidamente sobre los objetos del entorno, donde son rebañadas con las manos por otras personas, que se contagian al tocarse los ojos, la nariz o la boca. Ese mecanismo y la posibilidad de inhalar al vuelo una gota recién lanzada justifican las principales recomendaciones sanitarias: lavarse las manos frecuentemente, toser en el codo, no tocarse la cara y mantenerse a una distancia de entre uno y dos metros de otras personas.