Un equipo de científicos argentinos integrado por investigadores de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) presentó una nueva teoría sobre la llegada de los primeros humanos a Sudamérica, en la que aseguran que su ingreso se produjo hace menos de 16.600 años, y no 18.000 como sostienen las hipótesis más aceptadas hasta ahora.
El trabajo fue publicado por la revista científica internacional Plos One, y se trata de un hallazgo muy significativo que puede dar por tierra con la hipótesis defendida por muchos investigadores sudamericanos que ubica la llegada del hombre a esta región hace más de 18.000 años.
Según informaron desde la agencia Télam, la UNLP detalló que esa teoría es el resultado de un proyecto de varios años a cargo los científicos Luciano Prates, de la División Arqueología de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo; Iván Pérez, de la División Paleontología de la FCNyM y Gustavo Politis, de la División Arqueología FCNyM.
Estos investigadores argentinos buscan dar respuesta a uno de los interrogantes que aún desvela a la comunidad científica: ¿cuándo exactamente el hombre pisó por primera vez el suelo sudamericano?
“Buscamos responder algunas de las preguntas en torno al poblamiento de esta región mediante el estudio de 1.600 fechados radiocarbónicos de sitios tempranos de Sudamérica. Los sitios arqueológicos son los lugares donde se encuentran desechos de actividad humana del pasado. A esos materiales se les aplica un fechado Carbono 14, que permite conocer con precisión la edad que tienen”, explicó Prates.
Controversia
El ingreso de los primeros seres humanos en Sudamérica es uno de los temas más controvertidos en la antropología en el continente, sobre todo por el status de varios sitios con una cronología desafiante de los modelos hegemónicos sobre el poblamiento.
Durante las últimas décadas se generó nueva información arqueológica para el área, pero la mayoría de las preguntas como las referidas a la cronología del poblamiento inicial, las rutas migratorias y las formas de dispersión de las primeras bandas de cazadores-recolectores, se encuentran todavía sin respuestas consensuadas.
En este sentido, Prates explicó que en este trabajo recopilaron los más antiguos fechados radiocarbónicos sobre sitios antiguos, luego hicieron un filtrado “para garantizar con rigurosidad que todos fueran confiables y que estuviera bien asociada la actividad humana con el material que se fecha”.