La Organización de Naciones Unidas (ONU) estimó que hacia el año 2030, el 50% de la población mundial vivirá en áreas costeras propensas a inundaciones, tormentas y tsunamis. Llamó así a desarrollar políticas para reducir el impacto de estos fenómenos.
El secretario general de la entidad, António Guterres, remarcó que “cuando ocurre un tsunami se pone a prueba de forma patente la gobernanza y las instituciones que se han establecido para gestionar el riesgo de desastres”.
Por eso, desde la ONU abogaron por “el fortalecimiento de los sistemas de preparación, evaluación de riesgos y alertas para salvar la vida de millones de personas en el futuro y reducir el impacto de los tsunamis en las poblaciones más vulnerables”.
Guterres aseguró que gracias a las alertas tempranas se logró reducir considerablemente la pérdida de vidas por estos desastres naturales, un avance que “podría aplicarse para otras emergencias”.
Daño ambiental en Costa del Este: tercera denuncia a un balneario. https://t.co/SxXXHFt3PV pic.twitter.com/e4FUCJohpy
— Telégrafo (@telegraficos) November 6, 2020
“Sin duda seguirán registrándose tsunamis en el futuro, al igual que habrá pandemias, tormentas, inundaciones, sequías y olas de calor”, agregó el funcionario.
Poco frecuentes, pero mortales en extremo
Por otra parte, el secretario general de la ONU apuntó que si bien los tsunamis son “fenómenos poco frecuentes”, los mismos pueden ser “extremadamente mortales”.
El mayor número de muertes se concentró en el tsunami del Océano Índico de diciembre de 2004, desastre que causó 227.000 muertes en 14 países, de los cuales los más afectados fueron Indonesia, Sri Lanka, India y Tailandia.
La isla indonesia de Sulawesi fue azotada por un tsunami y un terremoto en septiembre de 2018 cuando más de 2.000 personas murieron y 80.000 fueron desplazadas.
“La rápida urbanización y el aumento del turismo en las regiones propensas a los tsunamis exponen a más personas al peligro”, advirtieron desde la ONU, al tiempo que calificaron a la reducción de riesgos como “un factor clave para lograr una disminución sustancial de la mortalidad de desastres en el mundo”.