Ambas compañías modificaron sus algoritmos para reducir la visibilidad y difusión de publicaciones con contenido falso o dudoso. Desde esta semana, Google posicionará mejor a las páginas consideradas fiables, mientras que Facebook dará menos protagonismo en los muros a las noticias sospechosas.
El problema con las noticias falsas y su propagación, es que los algoritmos detectan el contenido que le gustará al usuario y favorece así la llegada de publicaciones que no hacen más que reforzar las propias creencias, sin posibilidad de contrastar información. Un informe del proyecto REIsearch, impulsado por el Instituto Europeo para la Ciencia, Medios de Comunicación y Democracia, advirtió sobre la creación de burbujas ideológicas respecto de este comportamiento digital.
Según señaló el diario El País de España, Google mejoró la evaluación de búsquedas, realizada por personas, quienes han sido instruidas específicamente para detectar informaciones engañosas, resultados ofensivos, bulos y teorías conspirativas. Además, ahora los usuarios pueden valorar y denunciar contenidos no adecuados en las sugerencias de búsqueda y en los recuadros destacados en los resultados. Por último, una nueva etiqueta señala la veracidad de los artículos con información verificada por medios de comunicación y por organizaciones de fact-checking.
Por el lado de Facebook, que ya había tenido un primer tímido intento para combatir los contenidos falsos, tendrá una sección de noticias relacionadas para aportar otros puntos de vista, al tiempo que pondrá trabas al negocio de los productores de información engañosa y las publicaciones que sean marcadas como falsas por múltiples usuarios perderán protagonismo.
Asimismo, la compañía incorporará equipos externos de fact-checking que señalarán las noticias conflictivas, por lo que los usuarios verán una marca y un enlace a la explicación de los verificadores, además de recibir un aviso si deciden compartir esas noticias. Los cambios en la red social están aún en fase de prueba y con diferente implantación según cada país.