Ante la epidemia de bronquiolitis que afecta a varias regiones de la Argentina resulta importante conocer qué ocasiona la enfermedad, cómo se contagia y de qué manera puede prevenirse.
La bronquiolitis es una inflamación y acumulación de moco en las vías aéreas más pequeñas en los pulmones (bronquiolos) y por lo general, la causa más frecuente es el virus sincicial respiratorio (VSR) que afecta a los niños menores de dos años, con una edad pico de tres a seis meses.
Un factor clave que facilita el contagio de estas enfermedades es la contaminación domiciliaria, provocada por la falta de ventilación y la permanencia prolongada en espacios cerrados.
“Más de la mitad de los bebés están expuestos a este virus en su primer año de vida”, expresa al respecto la doctora Valeria El Haj, directora médica nacional de Ospedyc, y destaca que, “además del virus sincicial respiratorio, existen otros virus que pueden causar esta patología, como el adenovirus, la influenza o la parainfluenza”.
“El virus se propaga si se entra en contacto directo con las secreciones de la nariz y la garganta de alguien que tenga la enfermedad. Esto puede suceder cuando otro niño o un adulto que tiene un virus tose o estornuda cerca y las gotitas que lanza al aire luego son inhaladas por el bebé o bien si toca juguetes u otros objetos que luego son tocados por el bebé”, explica la profesional.
Advierten que se está ante “la peor epidemia de bronquiolitis”
¿Cuáles son los síntomas más frecuentes de la bronquiolitis?
Esta infección respiratoria aguda ocurre con mayor frecuencia en los meses de otoño-invierno.
Los signos y síntomas iniciales son catarro, congestión nasal, tos y fiebre leve que puede no estar presente.
Cuando el virus avanza, se pueden comprometer las vías aéreas más pequeñas, generando la inflamación de los bronquiolos y provocando distintos grados de dificultad respiratoria.
“Es muy importante solicitar una consulta médica de urgencia, si se observa respiración rápida, aleteo de la nariz, hundimiento entre las costillas al respirar, quejido respiratorio, rechazo a la alimentación o presencia de color azulado en la piel, uñas o labios”, remarca la doctora El Haj.
Al igual que ocurre con otras patologías, hay grupos de mayor riesgo, entre ellos los niños menores de 3 meses, los recién nacidos prematuros y aquellos que tienen problemas crónicos de salud, como cardiopatía y enfermedades pulmonares crónicas o autoinmunes.
¿Cómo se trata la bronquiolitis?
Para este virus no existe un tratamiento específico, la buena evolución de los pacientes dependerá del mantenimiento de una adecuada oxigenación y de las medidas de apoyo respiratorio que se adopten, como la suplementación de oxígeno mediante cánulas, mascarillas u otros métodos según indicación médica.
Además, se debe asegurar la correcta hidratación y alimentación del paciente, y el tratamiento de cualquier complicación que pudiera surgir en la evolución que dura aproximadamente dos semanas.
Desde Ospedyc explican que: “Hoy en día se dispone de un anticuerpo especial que se aplica durante los meses del invierno, para prevenir internaciones en los niños menores de 1 año que fueron prematuros de muy bajo peso al nacer y en aquellos con cardiopatías congénitas”.
¿Cómo se puede prevenir la bronquiolitis?
Existen medidas para prevenir la bronquiolitis, por ejemplo:
- Mantener la lactancia materna.
- Cumplir con el Calendario Nacional de Vacunación.
- No exponer a los niños al humo del cigarrillo ni de braseros o estufas a leña.
- Higienizar frecuentemente, con agua y jabón, los elementos del bebé (chupetes, juguetes) y las superficies donde se lo cambia o donde se preparan sus alimentos.
- Practicar el lavado de manos frecuente, a los niños y a los convivientes, con agua y jabón. Se puede reforzar la higiene con alcohol en gel.
- Ventilar los ambientes de la casa al menos una vez al día.
- Mantener alejados a los bebés de las personas que están resfriadas o tienen tos.
- Si los cuidadores principales tienen alguna infección de las vías respiratorias deben lavarse las manos, especialmente antes de alzar, cambiar o alimentar al bebé. Pueden usar el tapaboca como medida de apoyo, para evitar el contagio por secreciones.
- No se debe colocar tapabocasen los niños menores de 2 años.
- En los niños con más riesgo de bronquiolitis grave (menores de 3 meses, prematuros, con enfermedades crónicas) no está recomendada la asistencia al jardín maternal.
“Es muy importante tomar todas las medidas necesarias para cortar la circulación de los virus que producen la bronquiolitis y otras enfermedades. Ventilar adecuadamente los ambientes, garantizar una correcta higiene de manos y evitar el contacto con gente que esté atravesando un cuadro respiratorio ayuda a la eliminación del virus”, concluye la doctora El Haj.