¿Qué busca el Banco Central con el nuevo billete de 1.000 pesos?

La máxima autoridad monetaria en el país presentó el nuevo billete de mil pesos que lleva la imagen de un hornero y representará el de mayor valor en el país. Entrará en circulación desde este viernes.

La introducción de la nueva familia de papel moneda implicará una natural e importante renovación del circulante, pero el Banco Central lo que pretende fundamentalmente es una mayor eficiencia y reducción en el gasto de impresión y en el traslado de los billetes.

Para todo 2017 se pautó imprimir billetes de alta denominación por 237.500 millones de pesos: 300 millones de billetes de $200, 145 millones de $500 y 105 millones de $1.000, totalizando entonces 550 millones de billetes. Si ese monto de 237.500 millones de pesos fuera suplido solo mediante billetes de $100, se requerirían 2.375 millones de billetes.

Mientras que el costo de los de $100 es de $1,47 por unidad, el costo unitario de cada billete de $200 y de $500 es de aproximadamente $1,65 y el de cada billete de $1.000 es de $1,90. Si el Banco Central hubiese querido imprimir la suma pautada para el 2017 solo con los viejos billetes de $100, el costo total incurrido hubiese sido de $3.491 millones anuales. De esta forma, las nuevas denominaciones le permitirán ahorrar $2.558 millones este año.

Asimismo, gracias a la introducción del billete de $1.000, se reducirá el costo de transporte, acarreo y guarda de dinero, uno de los más importantes del sistema bancario argentino.

El Banco Central trabaja en la puesta en marcha de monedas de 5 y 10 pesos con el objetivo de eliminar los billetes de esa denominación. Se espera que con el correr del tiempo el billete de 20 pesos sea el de menor denominación.

 

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