Boca, el campeón atípico que supo reponerse

Antes de jugar su ante último partido en el torneo, el equipo de Guillermo Barros Schelotto se coronó vencedor del campeonato argentino y sumó un nuevo título nacional a su amplio historial de consagraciones.

Un campeón atípico debía tener un festejo de similares características. Los jugadores de Boca se enteraron por televisión de que eran los mejores de la temporada en el momento preciso en que San Lorenzo derrotó a Banfield. Al taladro, único perseguidor con chances matemáticas de darle pelea a Boca hasta el final del campeonato, solo le servía ganar.

El equipo en el que brillan Benedetto y Centurión improvisó una fiesta en los pasillos del hotel que los alojó, a la espera del choque contra Olimpo, en la ciudad de Bahía Blanca. La misma continuó en las calles de todo el país, donde un nutrido grupo de simpatizantes cantó y celebró hasta la madrugada.

El próximo domingo, un micro ploteado con los colores del club dejará al plantel para el choque ante Unión en La Bombonera, por la última fecha, en una jornada de premiación y vuelta olímpica.

El extenso campeonato comenzó el 28 de agosto de 2016 y Boca ya era candidato al título antes de que comience a rodar la pelota. No sólo por tratarse de uno de los dos clubes más importantes de Argentina, sino también porque sería el único de los grandes sin compromisos internacionales y su atención solo estaría dispuesta para la liga argentina, la que logró siendo el equipo que más partidos ganó y que más goles convirtió en el torneo.

El xeneize además ostenta con orgullo ser el único equipo que ganó los únicos dos torneos largos (el anterior fue en 2015), de 30 fechas en lugar de 19, que se han jugado en los últimos años.

 

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