Las motos del futuro: sin casco y autónomas en su equilibrio

Para el porvenir en la industria de la moto se aprecia una evolución paralela a la de los coches y se abren así dos vías principales: la electrificación y los vehículos autónomos.

Respecto a lo primero, no hay duda de que tarde o temprano las motos serán eléctricas, porque de hecho unas cuantas (sobre todo en el segmento de las urbanas) ya lo son. Sin embargo, ¿qué hay de verdad en la posibilidad de que exista una moto autónoma?

Por lo pronto, según difunde el diario El País de España, en Yamaha ya han trabajado en la MotoroiD, un modelo eléctrico capaz de moverse y mantener el equilibrio por sí solo, con un desarrollo actual tan escaso como prometedor.

Aunque la versión de prueba ya ha aprendido a obedecer órdenes simples como “ven” o “detente”, Yamaha aspira a que la moto sea capaz de circular por sí misma, ir a buscar a su propietario y llevarlo a un destino predeterminado sin que este intervenga en el pilotaje.

 

La moto eléctrica MotoroiD, de Yamaha, reconoce a su dueño. (Foto vía elpais.com)

La interacción entre ambos será mediante comandos de voz o táctiles y, al mismo tiempo, la MotoroiD se comunicará con las infraestructuras (gracias al internet de las cosas) para detectar el estado del tráfico.

El proyecto no es el único. Con motivo de su centenario, BMW presentó en 2016 la Motorrad Vision Next 100, en efecto, un verdadero juego de diseño. En un supuesto año 2116, la moto de la marca alemana, con unas ruedas enormes, monta un sistema de autobalanceo que impide que el motorista se caiga, al tiempo que se añade un traje inteligente que, entre otros detalles, modifica la temperatura o vibra para avisar de datos de navegación o peligro.

Vision Next 100, de BMW, con un traje inteligente y con un sistema de autobalanceo. (Foto vía elpais.com)

Otra marca tan legendaria como Honda demuestra lo mismo: en el prototipo Riding Assist que fabricó, bautizado por muchos como “la moto del futuro”, guarda el equilibrio de manera autónoma gracias a los sensores frontales (que recogen información sobre el movimiento de la moto) y a la horquilla inteligente, capaz de modificar el centro de gravedad del vehículo para evitar las caídas.

La moto se mantiene en pie incluso parada: las posibilidades de accidente se reducen al mínimo.

El prototipo Riding Assist, de Honda. (Foto retina.elpais.com)

 

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