Murió Albert Uderzo, uno de los creadores de Astérix y Obélix

Albert Uderzo, creador junto con René Goscinny de los dos galos más famosos de la historia y del planeta, Astérix y Obélix, falleció este martes en su casa en París, a los 92 años. Según precisó su familia, el deceso se produjo por “una crisis cardíaca sin relación con el coronavirus”.

Hace una década, Uderzo (nacido en Fismes, Marne, en 1927) entregó el destino de la continuidad de las historias de la aldea gala que había asumido en solitario tras la muerte del guionista y compañero de aventuras y cómics Goscinny en 1977. Didier Conrad y Jean-Yves Ferri fueron los autores de los últimos cuatro álbumes de Astérix.

El pequeño guerrero de rubios bigotes y su gigantesco amigo pelirrojo repartidor de menhires marcaron la vida de Uderzo durante más de seis décadas, desde que nacieron de sus lápices y de la mente de su amigo y guionista Goscinny en el verano de 1959.

En ese entonces ni los propios autores imaginaban que esos personajes publicados inicialmente en la revista Pilote traspasarían lenguas, culturas y generaciones, como lo demuestran los más de 380 millones de ejemplares vendidos en 111 idiomas y dialectos.

 

Uderzo, nacido en Fismes, Marne, en 1927, con la representación de sus dos grandes creaciones.

 

“Es como si me preguntan por la receta de la poción mágica”, bromeó Uderzo alguna vez consultado por el éxito de la historieta. “Astérix y Obélix es un cómic transgeneracional, tiene un espíritu independiente. Reconozco que jamás he conseguido explicarme este éxito. ¡Nunca pensé que duraría tanto! Goscinny decía: ‘Parecemos idiotas que no saben lo que han fabricado’. Pero no habríamos logrado nada sin trabajo. El éxito es, ante todo, horas y horas de trabajo”, sentenció.

En 1977, llegó un gran golpe, personal y profesional para Uderzo, con la muerte de su compañero y amigo, Goscinny, que falleció a los 51 años durante una prueba de resistencia en un chequeo de salud. Tras el duelo, Uderzo toma una decisión que generó cierta polémica entre los fans que querían que la serie terminase pero que no le restó un ápice de su éxito comercial: asumir íntegramente —diseño y guión— la serie de Astérix, para lo que crea la editorial Albert René. El éxito ininterrumpido le acabó dando la razón. Solo la entrega 35, la primera sin ninguno de los creadores originales, vendió 5 millones de copias en Francia.

“Ya no tengo la mano para ello y eso me aflige”, reconocía, según recordó en una entrevista con el diario Le Monde. Aunque no pudiera dibujar más, tuvo, hasta el final, la última palabra sobre Astérix y Obélix. Una de las últimas ideas que validó Uderzo fue la del “malo” del penúltimo álbum de sus sucesores Ferri y Conrad. Era Coronavirus, el campeón de las carreras de carro romanas al que se enfrentaron Astérix y Obélix en “Astérix en Italia”.

 

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