El cocinero de Villa Gesell pasó del éxito absoluto y de ser elogiado por los jueces por su liderazgo, a ser el “peor”. Es que el reto de la cocina de batalla le jugó una mala pasada y Patrick Lechner lo admitió desde un principio: la pastelería no es lo suyo.
El cuarto programa de Dueños de la Cocina, que se emite los domingos a las 22 por Telefé, encontró al geselino en una situación de vulnerabilidad por la temática propuesta. Los participantes tuvieron que elaborar un postre muy complejo –el graham apple pie con bola de fraile– con cinco técnicas diferentes y bajo la atenta mirada del reconocido pastelero Joaquín Grimaldi.
Los aspirantes a convertirse en los dueños de su propio restaurante tenían que seguir una receta y esto constituyó un primer escollo para Patrick. “Nunca trabajé con recetas. Las dos veces que intenté estudiar cocina me di cuenta de que las recetas no son para mí”, remarcó. Y a medida que avanzaba la prueba, la confianza del geselino iba en descenso, ya incluso auguró que el resultaba a iba a ser un “desastre”.
Su pronóstico fue correcto y al momento de evaluarlo, los jurados no tuvieron piedad. Donato de Santis aseguró que el postre de Patrick había sido el peor, pero su destino no fue la zona de eliminación porque gozaba de la inmunidad que le dio Gonzalo durante el último programa.
Al no ser elegido para formar parte de ninguna de las dos brigadas en competencia en la prueba del restaurante, Patrick atendió el salón y sigue en carrera para convertirse en el ganador de Dueños de la Cocina.