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Fotogalería: la limpieza de Pinamar tras el paso del temporal

Pinamar

Una de las casas dañadas en cercanías de la avenida Bunge.

Mientras los meteorólogos subrayan la excepcionalidad del temporal que azotó buena parte del sur, centro y este de la provincia de Buenos Aires durante este miércoles y vuelven a preguntarse si estos episodios, más virulentos que nunca, se deben al cambio climático, en Pinamar este jueves se vivió una jornada dedicada a la limpieza de calles y playas y al inicio de algunos arreglos urgentes.

El temporal en la región ha sido calificado de histórico por el Servicio Meteorológico Nacional, que subrayó particularmente la voluminosidad de las precipitaciones, algunas de las cuales, como por ejemplo las registradas en el cercano distrito de Dolores, revelaron una caída de agua de 300 milímetros.

 

 

En Pinamar el fenómeno disparó todas las alarmas por lo virulentas que resultaron las ráfagas de aire. A la tromba marina que surcó la costa en cercanías del muelle de la ciudad, le siguieron varios tornados que atravesaron el casco urbano de este a oeste, dejaron tres personas heridas y daños millonarios también en localidades vecinas de Valeria del Mar y Ostende.

La agencia de meteorología dependiente del Ministerio de Defensa constata desde hace varios años que estos temporales sin precedentes se sufren cada vez con mayor regularidad, algunos de ellos con desgarcas eléctricas y otros con lluvias de gran intensidad.




Aunque este tipo de temporales de verano forman parte esencial del clima de la costa atlántica bonaerense, los especialistas observan peculiaridades inquietantes: son cada vez más violentos y coherentes con los distintos escenarios de cambio climático, que avisan de fenómenos adversos en alternancia con periodos de sequía más fuertes, como lo fue el del invierno pasado, extremadamente seco en distintas zonas del país.

Según detalló el intendente de Pinamar, Martín Yeza, fueron numerosos los techos de casas volados, quedó gravemente dañada la estación de caballería de la policía bonaerense, también el techo del club local Camarones, varias estructuras escolares y solo por los árboles caídos, se debieron movilizarse más de tres docenas de camiones.

 

 

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