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Argentina campeón de América: los festejos en fotos y video

Catar

El triunfo de Argentina sobre Brasil en la final de la Copa América tuvo multitudinarios festejos en los más diversos puntos del país.

A pesar de la situación epidemiológica, la gente se volcó a las calles para celebrar el primer título de la selección mayor en 28 años.

 

La avenida 3 se tiñó de celeste y blanco. (Fotos Ricardo Stinco)

 

Uno de los epicentros es, como no podía ser de otra manera, el obelisco en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que se iluminó con los colores de la bandera argentina.

En poco tiempo quedó rodeado de hinchas con banderas, camisetas, carteles en un ambiente de cánticos y pirotecnia por la histórica victoria sobre Brasil 1-0 con gol de Ángel Di María.

 

 

Los festejos se replicaron con una importante cantidad de público en lugares como el monumento a San Martín en pleno centro de Mar del Plata y en la región, la clásica avenida 3 de Villa Gesell se tiñó de celeste y blanco apenas terminó el partido.

Banderas, bocinas, cánticos y un clima de fiesta en las calles por la alegría albiceleste de haber conseguido el tan ansiado triunfo del seleccionado mayor de fútbol.

 

 

Messi, por fin, luego de cuatro finales perdidas (2007, 2015 y 2016 en América y 2014 en el mundial), conquistó su primer título grande con la albiceleste al romper una sequía de 28 años sin celebraciones desde lo que fue la Copa América de 1993.

Su fútbol fue excelso a lo largo de todo el torneo, aunque tuvo un partido discreto en la final contra Brasil. El número 10 ahuyentó todos sus fantasmas y aumentó su leyenda, nada menos que ante la histórica canarinha  y en el mítico Maracaná. Di María ejerció de Ghiggia, y Messi, a los 34 años, ya tiene su título con Argentina.

 

 

Nadie podrá discutir jamás la habilidad y el carácter del 10, tampoco su perseverancia con Argentina. Pero esta vez Messi no estuvo solo. Scaloni construyó un equipo sólido en defensa, representando por el sorprendente Dibu Martínez en el arco, y dotó de equilibrio al mediocampo con De Paul y Lo Celso.

Con Messi en ataque, elegido mejor jugador de la copa, máximo goleador (cuatro) y asistente (cinco), Argentina honró a su historia.

 

 

El recorrido de Brasil, que se adivinaba arrasador antes del inicio de la Copa América, invicta en partidos oficiales desde el mundial de Rusia cuando cayó ante Bélgica en cuartos de final, sembró dudas. Goleó, sufrió y nunca gustó.

La Albiceleste, en cambio, pasó del desencanto a la esperanza al cambiar su fragilidad defensiva por solidez. Y fue liderada por Messi, como siempre en el juego, pero como nunca en el vestuario.

 

 

A un partido muy disputado, con más nervio que juego, solo lo podía romper un error. Y lo generó el pase cruzado en profundidad de De Paul, que encontró a Di María solo ante Ederson después del error en la contención de Lodi. El Fideo, en las filas del PSG, ni se inmutó. Con tranquilidad, en el Maracaná, acarició el balón por arriba del portero del Manchester City.

En el segundo tiempo Brasil se metió en el campo de Argentina pero siguió dependiendo de la inspiración de Neymar. El 10 local, como siempre, no se escondió, pidió el balón y lideró a sus compañeros hacía la portería de Dibu Martínez. El portero de la albiceleste atajó varias claves, mientras Neymar se impacientaba, cada vez más irritado con el árbitro, peleón con sus rivales.

Messi, mientras tanto, aportaba poco y nada. Tuvo, eso sí, la oportunidad de marcar el 2-0 y la desperdició increíblemente. Por suerte no lo lamentó.

 

 

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