En un hecho histórico para el saneamiento de la cuenca del Riachuelo, el Juzgado Federal Nº 2 de Morón resolvió hacer lugar a un pedido del gobierno nacional y de la Ciudad de Buenos Aires, quienes solicitaron junto a Acumar habilitar la navegación en un tramo de 200 metros comprendidos entre la desembocadura del Riachuelo y el puente transbordador Nicolás Avellaneda.
La prohibición de navegar el río data de 2011 cuando un juzgado de instrucción, radicado en Quilmes, declaró a la cuenca y especialmente al cauce del río como “zona crítica de protección especial con servidumbre de paso ambiental”.
El trabajo de Acumar
En primer lugar, la navegación comercial en el curso de agua quedó suspendida de manera total con el objetivo de facilitar los trabajos de remoción de embarcaciones y autos hundidos, así como favorecer el libre escurrimiento de las aguas y el trabajo de limpieza del espejo de agua.
Después de eso y a partir de 2019 comenzó a realizarse un trabajo de limpieza, desobstrucción y reperfilado de arroyos con el que se busca recuperar el libre escurrimiento del agua tanto en el Riachuelo como en los arroyos internos.
En consecuencia en los últimos cuatro años Acumar ya retiró más de 80 embarcaciones hundidas y/o abandonadas, un total de 100 autos y centenares de partes de carrocería que se hallaban en el lecho del río, además de retirar todos los meses cerca de 300 toneladas de residuos del espejo de agua y unas 1.500 toneladas de las riberas.
Además se liberó casi en su totalidad el denominado camino de Sirga y se comenzaron a reforestar y recuperar las riberas para el uso recreativo.
Ahora del lado de la provincia la liberación del camino ribereño es del 100% y el trabajo que realizan las cooperativas locales pasó de ser de limpieza y recolección de residuos a mantenimiento y parquización.
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La resolución que permite que vuelva la navegación
En parte del escrito que permite que vuelva la navegación y luego de la resolución de prohibición dictada años atrás, el juzgado resalta que “a la luz del tiempo transcurrido, cabe señalar algunas circunstancias que han variado: se han retirado las embarcaciones abandonadas y hundidas, existe un servicio permanente de limpieza del espejo de agua y de la sirga, con el reciente complemento del reperfilado de arroyos que Acumar lleva adelante”.
“Con esta decisión entramos definitivamente en una nueva etapa del proceso de saneamiento, entendiendo que habilitar la navegación, incluso en este pequeño tramo, es un paso muy importante para recuperar la relación de la sociedad con el río, visibilizar los avances y generar conciencia para sostener su cuidado”, destacó el presidente de Acumar, Martín Sabbatella.
Paseo náutico y circuito turístico en el Riachuelo
Doce años después la propia justicia, luego de un periodo de análisis en el que Acumar tuvo un rol preponderante, resuelve otorgar esta concesión para llevar adelante las navegaciones comerciales que se proponen en el proyecto turístico “Paseo náutico circuito turístico Quilmes – Tigre”.
La medida, que se dio a conocer en los últimos días, se propone como una excepción a la prohibición ordenada en marzo de 2011 para llevar adelante el proyecto presentado por las carteras de turismo de la Nación y la Ciudad de Buenos Aires que plantean el desarrollo de un circuito turístico náutico que unirá las costas de Tigre con la de Quilmes.
Ese circuito pasará por varios puntos de interés, entre los que se incluyen La Boca, con el puente transbordador Nicolás Avellaneda como epicentro de la actividad.
Para este caso, la excepción comprende el tramo que va desde la desembocadura del Riachuelo, conocido como Cuatro Bocas, hasta el mismo puente transbordador.
“Acumar acompañó la propuesta de navegabilidad entendiendo su importancia para promover la recuperación territorial, cultural y económica en la cuenca. La idea es incorporar este proyecto al que ya estamos llevando adelante entre las dos orillas de La Boca – Isla Maciel, para que el Riachuelo no sea un límite, sino un lugar de encuentro”, finalizó Sabbatella.