El ministerio de Salud bonaerense pondrá en marcha este jueves y viernes -25 y 26 de abril- una nueva estrategia de descacharrado intensivo en municipios bonaerenses para la prevención de dengue de las que participarán hospitales e instituciones.
Según se remarcó, el objetivo es eliminar todos aquellos recipientes que acumulen agua dentro y fuera de casa a partir de saber que el mosquito vector del dengue tiene hábitos domiciliarios.
Consejos útiles para frenar el dengue
El aedes aegypti -también transmisor del virus chikungunya y del zika- solo necesita agua quieta y un poco de sombra para dejar sus huevos y reproducirse.
En consecuencia cualquier recipiente u objeto con una mínima cantidad de agua puede convertirse en un criadero. Por eso es fundamental descacharrar en los hogares para evitar que el mosquito se reproduzca.
Vía la campaña “Tapá, girá, lavá y tirá” se apunta a esas tareas de descacharrado que resultan necesarias para prevenir el avance de la enfermedad del dengue. Esto implica tapar tanques, tachos y depósitos que puedan acumular agua.
También lavar con cepillo o esponja los recipientes, canaletas y desagües para desprender los huevos de mosquito.
Además, hay que tirar todos los recipientes en desuso, manteniendo los patios y jardines limpios, y las cubiertas de automóviles descartarlas o ponerlas bajo techo. Y por último, girar todos los elementos que puedan acumular agua: vaciar baldes, colectores de aire acondicionado y porta-macetas, cada vez que llueva.
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Reforzar acciones
Con las jornadas de descacharrado, la cartera de Salud provincial apunta a reforzar y acompañar a los vecinos en la realización de estas acciones en los domicilios particulares, en el ámbito de hospitales provinciales, y en diferentes instituciones de los distritos bonaerenses, como estrategia fundamental para frenar los contagios.
El dengue es una enfermedad que se transmite por la picadura de las hembras del mosquito aedes aegypti. Cuando una hembra se alimenta de sangre de una persona enferma de dengue adquiere el virus.
Asimismo, al picar a otras personas lo transmite, es decir que el contagio solo se produce por la picadura del mosquito, no hay contagio de persona a persona.
Pautas de alarma y tratamiento
Frente a síntomas como 38º o más de fiebre, dolor detrás de los ojos, muscular o en las articulaciones, cansancio, náuseas y/o vómitos o aparición de manchas en la piel, se debe concurrir al médico sin automedicarse.
Frente a un diagnóstico positivo es importante prestar atención a la evolución de la enfermedad. En especial entre el tercer y el séptimo día desde el contagio, ya que es una fase peligrosa y puede agravarse rápidamente.
Durante el período de fiebre es importante mojar la piel con una esponja o paño con agua tibia, tomar únicamente paracetamol cada 6 horas si es necesario (no más de 4 gramos diarios), y no tomar ibuprofeno, aspirina ni medicamentos que contengan aspirina.
💪🏽 | Frente a la epidemia de dengue desde el Estado provincial damos respuesta: producción y distribución de repelente, abordajes territoriales promo-preventivos y protocolos de atención en centros de salud y hospitales.
¡Sigamos con los cuidados! #SinMosquitoNoHayDengue pic.twitter.com/f21W60PWTY
— SaludBAP (@SaludBAP) April 19, 2024
Evitar la deshidratación y tomar agua de forma constante para recuperar los líquidos que el organismo pierde por la fiebre, y por los vómitos y las diarreas en caso de que ocurran.
Es necesario estar atentos a los siguientes signos de alarma, sobre todo en bebés y personas mayores ya que se deshidratan más fácilmente. En caso de manifestarse es fundamental volver al hospital o centro de salud más cercano para recibir atención inmediata:
- Baja cantidad de orina.
- Boca, lengua o labios secos.
- Ojos hundidos.
- Debilidad, agitación excesiva o confusión.
- Latidos del corazón acelerados.
- Dedos de manos y pies fríos o sudados.
- En niños y niñas, pocas o ninguna lágrima cuando lloran.
- En bebés, fontanela o mollera hundida en la cabeza.
- Imposibilidad de tomar agua debido a náuseas o vómitos.
- Dolor abdominal intenso o vómito persistente.
- Sangrado por la nariz, las encías o menstruaciones abundantes.
- Vómitos con sangre o sangre en las heces (excrementos).
- Somnolencia o irritabilidad.
- Piel pálida, fría o sudada.
- Dificultad para respirar.
