La guerra psicológica de Londres para destruir la moral de los soldados argentinos en Malvinas

El ministerio de Defensa del Reino Unido desclasificó 189 páginas de documentos bajo el rótulo de “ultrasecretos” que revelan los detalles de una guerra psicológica hasta ahora apenas conocida en el marco del conflicto bélico en el archipiélago del océano Atlántico sur.

Los textos, publicados por BBC Mundo y difundidos por el diario El País de España, dan cuenta de la existencia de un Grupo Especial de Proyectos (GEP), que tuvo la misión de engañar a los soldados que la dictadura argentina había desplegado en Malvinas a partir del 2 de abril de 1982.

El eje de la campaña fue convencer a esos jóvenes que apenas tenían 18 años de que sus jefes eran unos ineptos y que, más temprano que tarde, los dejarían abandonados en Malvinas, a merced del frío y cerca de morir de hambre.

Los británicos imprimieron panfletos bajo el sugestivo título de ¡¡Islas de condenados!!, en los que incentivaban a los argentinos a desertar, como la mejor solución para terminar con esos padecimientos y reencontrarse con la familia que los esperaba en el continente con una cama caliente.

 

 

En contacto con el citado medio ibérico, Mario Volpe, presidente del Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas (CECIM) en La Plata, reconoció: “Yo he tenido en la mano esos panfletos. Aparecían tirados por ahí en medio del campo, desparramados desde algún avión o tal vez por los mismos kelpers. Yo estuve en Monte Longdon, a 14 kilómetros del pueblo, y algunas veces encontré panfletos en los cerros. Los recuerdo de color rojo, con tres o cuatro textos diferentes. Uno era el de la isla de condenados y recuerdo otro que hablaba de los Beatles. El mensaje era algo así como ‘compartimos la misma música cuando éramos jóvenes, qué sentido tiene ahora que peleemos’. Todos giraban alrededor de la misma idea: ‘No pierdas el tiempo peleando por estas islas’”.

 

 

El GEP imprimió unos 12.000 panfletos de propaganda “desmoralizadora”. Además de los Beatles y la “Isla de condenados”, un tercer modelo apelaba a la derrota de guarniciones argentinas para advertir sobre las consecuencias de la resistencia. Usaron para ello la foto del capitán Alfredo Astiz, luego famoso por su participación en la identificación y asesinato de integrantes de Madres de Plaza de Mayo durante el terrorismo de Estado.

La imprensión en el papel mostraba al soldado cuando entregaba las armas en las islas Georgias del Sur. “Tus valerosos compañeros de armas ubicados hace poco en las islas Georgia del Sur han vuelto a su tierra patria» decía el panfleto de la BBC, acompañado de fotografías de los soldados argentinos recibiendo la bienvenida con honores militares y reunidos con sus seres queridos.

“Tomaron una decisión correcta y honorable. Tú debes ahora hacer lo mismo. Piensa en el peligro que te encuentras. Tus raciones de guerra están escasísimos […] Piensa en tus seres queridos y en tu hogar que esperan tu dichoso retorno» agregaban los británicos en el siguiente párrafo de sus publicaciones.

Volpe además de aclarar que los argentinos sí tuvieron contacto con los panfletos, también percibió un fracaso de la campaña. “Aparecían cada tanto y eran el comentario entre los soldados. Nos decían ‘ojo con la propaganda inglesa’, pero lo cierto es que no tuvieron ningún efecto entre los soldados, no conocí nunca un caso de deserción que pueda atribuirse a esos mensajes”, dice.


 

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