La actividad manufacturera de la industria pyme cerró el 2024 con una caída acumulada del 9,8% respecto al 2023. Asimismo, creció 7,3% interanual en diciembre, aunque en la misma fecha de 2023 el descenso fue del 26,9%.
Desde CAME destacaron que en el último mes del año todos los sectores relevados presentaron variaciones positivas en sus comparaciones interanuales. No obstante, en el acumulado del año todos los sectores cerraron con valores negativos.
Según el relevamiento, mensualmente, la actividad de la industria pyme registró un crecimiento del 4,3% en la medición desestacionalizada respecto al mes de noviembre. En cuanto a la capacidad industrial utilizada se registró un promedio del 62%, marcando una baja de 1,1 puntos respecto a noviembre.
Los resultados surgen del Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) que elabora la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). La muestra alcanzó a 420 pequeñas y medianas industrias a nivel federal.
Apoyo a Kicillof desde la quinta sección: “Es trinchera contra Milei”
Análisis sectorial
En la comparación anual, todos los rubros presentaron un alza respecto del año anterior. Destacan los rubros madera y muebles, con un crecimiento interanual del 18,1%, seguido por textiles e indumentaria, cuya actividad estableció en diciembre una suba del 12,4%.
No obstante, en el acumulado del año, todos los sectores cerraron con valores negativos. Con caídas de 12,3% y del 12,2%, alimentos y bebidas y químicos y plásticos, respectivamente, fueron los más afectados durante 2024.
Alimentos y bebidas
El sector registró un crecimiento del 4,8% interanual a precios constantes en diciembre, y una mejora del 4,3% en la comparación intermensual. Durante el 2024 se registró una baja acumulada del 12,3%.
En el último mes del año, las industrias del sector trabajaron con una capacidad utilizada del 62,1%, lo que marcó una reducción de 3,5 puntos respecto a noviembre.
De acuerdo con lo informado por los industriales del rubro, diciembre no cumplió con las expectativas generales. Los costos de producción y los gastos fijos se mantuvieron altos. Aunque la inflación mostró una baja, los precios de insumos clave como la harina continuaron subiendo.
Por otro lado, se registró un aumento en la producción, pero aún persisten las dificultades para acceder a créditos blandos destinados a la inversión en maquinaria.