40 años de la LNB: del primer partido a la evolución del básquet argentino

La Liga Nacional de Básquet (LNB) cumple 40 años de historia, surgida a comienzos de la década de 1980 cuando el básquetbol argentino se encontraba con un horizonte poco claro. Los torneos eran mayormente regionales, sin una estructura unificada, y los clubes del interior del país encontraban muchas dificultades para competir con los de Buenos Aires. La falta de una programación definida y de un entorno profesional sostenido hacía difícil retener a los jugadores en el país, que muchas veces veían mejores oportunidades en el exterior. El deporte necesitaba una transformación que conectara al país y potenciara su crecimiento.

En ese contexto, nació una idea que parecía utópica: un torneo federal, estable, con reglas claras y visión a largo plazo. Un campeonato que conectara al país desde el parquet, que hiciera crecer al deporte y que permitiera que los clubes, sin importar su origen, pudieran competir en igualdad de condiciones.

La Liga Nacional de Básquet se hizo realidad en 1985. Fue el resultado de años de trabajo silencioso, discusiones estratégicas y la convicción de un grupo de personas (entre ellos, León Najnudel, José María Cavallero, Horacio Seguí y Osvaldo Ricardo Orcasitas) que entendió que el básquet argentino necesitaba una transformación profunda.

 

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El primer partido de la LNB

El 26 de abril de ese año, se lanzó oficialmente la primera temporada de la LNB. El partido debut lo disputaron Pacífico de Bahía Blanca y Atenas de Córdoba en la cancha de Independiente de Bahía Blanca. Esa noche también hubo otros dos partidos, dando comienzo a un nuevo capítulo en la historia del deporte argentino.

Pacífico superó a Atenas de Córdoba por 90 a 82 y partido marcó el día en que la Liga Nacional de Básquet empezó a rodar oficialmente.

El estadounidense Neal Robinson anotó el primer triple en la historia de la liga, mientras que una de las figuras del partido fue el mítico Marcelo Richotti, símbolo del básquet nacional.

 

Primer partido LNB 1985

Instantánea del primer partido de la LNB en 1985, con el número 5 Marcelo Richotti, campeón con Peñarol de Mar del Plata una década después.

 

Ese mismo viernes por la noche también se disputaron otros dos partidos: San Lorenzo enfrentó a Argentino de Firmat en el estadio de Obras Sanitarias, con la presencia simbólica de León Najnudel, uno de los padres fundadores del proyecto; e Instituto recibió a Sport Club de Cañada de Gómez en Córdoba. El torneo arrancó con una grilla completa, que incluía a 16 equipos de distintas regiones del país, un paso fundamental hacia la federalización del deporte.

El salto inicial de la LNB fue mucho más que una formalidad: fue la señal de largada para una competencia que, con sus aciertos y desafíos, transformaría para siempre la historia del básquet argentino.

 

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Los impulsores del cambio

La LNB no fue un producto que surgió de la noche a la mañana. Fueron muchos años de trabajo, de charlas entre dirigentes, entrenadores, jugadores y periodistas, hasta que la idea de un torneo nacional y profesional fue tomando forma.

La figura clave en la gestación del proyecto fue León Najnudel, considerado el principal artífice de la creación de la liga. Con su visión y conocimiento del básquet, Najnudel entendió que la estructura tradicional no alcanzaba para el crecimiento del deporte, y que el futuro del básquet argentino pasaba por una liga organizada, que agrupara a todos los clubes del país bajo una misma competencia.

 

León Najnudel y el salto inicial en la LNB.

 

Junto a él, hubo otros nombres fundamentales en este proceso. José María Cavallero, Horacio Seguí y Osvaldo Ricardo Orcasitas; y varios dirigentes de clubes que apostaron por un nuevo modelo. Fueron ellos quienes, con muchas dificultades, consiguieron el apoyo necesario para lanzar la liga en 1985.

Además de la planificación organizativa, los impulsores entendieron que la profesionalización de los jugadores era vital para el éxito del proyecto. El nivel de competencia debía ser elevado y, para eso, era necesario ofrecerles una estructura acorde a las exigencias del deporte moderno.

Gracias a su esfuerzo, pasión y visión de futuro, tras 40 años de la LNB se puede hablar de una liga que ha marcado un antes y un después en la historia del básquet argentino.

 

Najnudel LNB proyecto mapas Argentina básquet

Najnudel en una muestra del proyecto de la LNB.

 

 

Primeros grandes momentos y actualidad

Desde ese primer salto, la LNB vivió una serie de momentos que quedaron grabados en la memoria colectiva del básquet argentino a lo largo de sus 40 años.

Uno de los primeros grandes hitos fue la consagración de Ferro en las temporadas ‘85 y ‘86, un equipo que marcó la era inicial de la liga con un estilo de juego espectacular y una hinchada fiel que acompañaba en cada partido.

 

El Ferro Carril Oeste de los inicios de la LNB, club pionero de la competencia.

 

A lo largo de los años, varios clubes se destacaron por sus logros y por aportar jugadores que marcaron épocas. Atenas de Córdoba, Peñarol de Mar del
Plata, Boca Juniors, y más recientemente Quimsa y San Lorenzo, se han alternado en la cima de la competencia, sumando títulos y dejando huella en cada temporada.

La Liga Nacional de Básquet también ha sido el escenario donde nacieron generaciones de jugadores. Sin olvidar, por supuesto, la mística que rodea al torneo y cómo los partidos de la liga se viven con una pasión única en todo el país.

Una liga que une la Argentina y tiene réplica en la rama femenina

Ahora, a 40 años de aquel primer salto, la LNB continúa siendo el principal referente del básquet argentino. En un escenario que sigue siendo competitivo y creciente, se ha adaptado a los tiempos modernos, incorporando tecnología, mayor visibilidad mediática y una mayor participación de jugadores internacionales.

Además, están la Liga Argentina y la Liga Femenina que han sido otros pasos significativos hacia la profesionalización y la equidad de género en el deporte.

 

 

El legado de la LNB sigue vivo en cada cancha, en cada partido, y en la memoria de aquellos que estuvieron allí desde el primer momento.

Con sus altos y bajos, pero siempre con la mirada puesta en el futuro, la liga continúa como un pilar del básquet nacional, siendo un símbolo de perseverancia, esfuerzo y amor por el juego.




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