Once pingüinos rescatados volvieron al mar en San Clemente del Tuyú

Once pingüinos magallánicos rescatados regresaron al mar luego de completar un proceso de rehabilitación en el centro de rescate de la fundación Mundo Marino. Los animales, cuatro adultos y siete juveniles, habían sido encontrados en estado crítico en playas de la costa bonaerense. 

Su recuperación culminó con una emotiva suelta en la playa céntrica de San Clemente del Tuyú, en una jornada acompañada por estudiantes del instituto Inmaculada Concepción.

Según señalaron desde la fundación, los juveniles probablemente nacieron durante la última temporada reproductiva en la Patagonia. Así, se estima que se encontraban en su primera migración trófica hacia el norte, una etapa vital pero riesgosa. 

En este sentido, el biólogo Sergio Rodríguez Heredia, responsable del centro de rescate, señaló que “durante este primer trayecto, los juveniles deben aprender a alimentarse solos”. No obstante, “como son inexpertos, suelen tener dificultades para cazar y llegan desnutridos a la costa”.

 

 

De la emergencia a la recuperación

La falta de alimento no solo debilita a los animales, también los expone a cuadros de hipotermia. Al perder la capa de grasa que los aísla del frío, buscan refugio en tierra firme.

Sin embargo, no es natural que un pingüino magallánico permanezca en la playa fuera de la época reproductiva. “Son animales oceánicos. Viven en el mar y solo regresan a tierra para anidar. Si aparece uno en la playa, necesita ayuda”, advirtió el biólogo.

Una vez en el centro de rescate, los ejemplares fueron estabilizados clínicamente mediante fluidoterapia e iniciaron una dieta progresiva. El tratamiento incluyó monitoreo por análisis de sangre y estudios fecales. Cuando recuperaron peso y vitalidad, se los declaró aptos para volver al océano.

Antes de su liberación, a cada pingüino se le colocó un microchip subcutáneo que permite su identificación individual. Este dispositivo, similar en tamaño a un grano de arroz, facilita el seguimiento del animal en caso de futuros avistamientos. Así, los equipos pueden reconstruir su historia clínica y aportar a las estrategias de conservación.

 

 

Educación, conservación y red territorial

La suelta contó con la participación de 60 alumnos del instituto Inmaculada Concepción, quienes presenciaron cada etapa del procedimiento y asistieron a una charla sobre ecosistemas marinos. 

“El contacto directo con estos procesos ayuda a que los chicos comprendan la importancia del cuidado de los ecosistemas y el rol que cumple cada especie”, destacó Karina Álvarez, responsable de conservación de la fundación.

El operativo fue posible gracias a la articulación entre la Fundación Mundo Marino, vecinos, fuerzas de seguridad y organizaciones que integran la Red de Rescate de Fauna Marina. En distintos casos, también colaboraron la fundación Ecológica Pinamar, la Estación de Rescate de Fauna Marina Guillermo ‘Indio’ Fidalgo de Bahía Blanca y el Grupo de Rescate de Fauna Silvestre de La Costa.

 

 

Una especie en movimiento

El pingüino magallánico se reproduce entre septiembre y marzo en el sur de Argentina y Chile. Luego de esa etapa, muda su plumaje y comienza una extensa migración hacia el norte, que puede alcanzar hasta Río de Janeiro. Este viaje de seis meses y más de 5000 kilómetros está guiado por el movimiento estacional de sus presas, como la anchoíta.

Aunque la especie figura como de “preocupación menor” en la lista de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, enfrenta desafíos crecientes: contaminación, sobrepesca, eventos climáticos extremos y pérdida de hábitat afectan sus rutas migratorias y fuentes de alimento.

 

 

¿Qué hacer si se encuentra un pingüino en la playa?

La fundación Mundo Marino recuerda que ante el hallazgo de fauna marina fuera de su hábitat no se debe intervenir sin asistencia. Se recomienda:

1. Mantener la distancia.
2. No mojar al animal.
3. No intentar devolverlo al mar.
4. Dar aviso inmediato a PNA, autoridades locales o centros de rescate habilitados.